Ser paparazzi es una profesión muy digna, necesaria, que satisface el morbo de todos aquellos que esperan turno en la peluquería. Soy de los que difícilmente distingue una actriz de una modelo, pero si alguien se puede ganar la vida saliendo en las revistas, enhorabuena. Pero lo que ví el otro día en Cuatro no tiene nada que ver con esta digna profesión, que es dura, sacrificada, incierta, y que además permite vivir el reporterismo puro y duro. Que un programa de televisión nos muestre durante una hora a tres paparazzis recorriendo Ibiza en un coche, a toda velocidad, sudorosos y despeinados, con chancletas, mostrando el trasero, y saltándose las protecciones de las dunas, no solo no tiene el más mínimo interés, sino que genera muy mala imagen para Ibiza. Ya sabemos que a las televisiones nacionales solo le interesa la isla para hacer reportajes sobre discotecas, drogas, los pisos por las nubes, y el lujo que disfrutan los famosos, pero lo de los paparazzis del miércoles por la noche en Cuatro es un culto al mal gusto, desprestigia a la profesión, y frivoliza con un tipo de periodismo que merece todo el respeto del mundo.
Opinión/Juan Mestre
De muy mal gusto
Eivissa08/09/18 4:01
También en Opinión
- Cerrados el quirófano y el paritorio del Hospital de Formentera por la presencia abundante de microorganismos
- Productores de Ibiza muestran su indignación contra la ONG ‘Mis Amigas Las Palomas’
- El efecto Jémez ya se nota
- Multa a un vivero de Ibiza por vender plantas invasoras
- Bar Córdoba, el espíritu de Rute en el corazón de Ibiza
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Ahora resulta que vamos de dolidos de la vida.La línea editorial de éste panfleto esta especializada en ningunear,por no decir pisotear el trabajo de según quién y ensalzar a otros por absurdo que sea...nos debemos al amo,¿verdad? Presumen de prensa objetiva y democrática y si un comentario no le gusta a "Perpi"...fuera y punto
Si hi ha algú especialitzat en travessar línies vermelles, aquest ets tú, Joan