OPINIÓN | Joan Miquel Perpinyà
Acoso al Grupo Cursach
No hay empresa que resista un acoso semejante. No hablo de las actuaciones judiciales impulsadas por un juez instructor que perdió la apariencia de imparcialidad subjetiva, que es lo que sucedió con Manuel Penalva según dijo la Audiencia Provincial al estimar su recusación y apartarlo de la causa conocida como ‘caso Cursach'. No hablo de ordenar el ingreso en prisión preventiva para Tolo Cursach y trasladarlo irregularmente a la prisión de Alicante II, vulnerando sus derechos fundamentales, según la misma Audiencia Provincial. No hablo de todo eso, aunque se podría hablar y mucho. Me estoy refiriendo a las actuaciones arbitrarias e ilógicas de los respectivos equipos de gobierno de los ayuntamientos de Palma y Calvià para paralizar las empresas del Grupo Cursach, en el que trabajan 500 empleados, hasta el punto de clausurar casi todos los centros de trabajo y lograr así la asfixia económica de la empresa.
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2 comentarios
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Cree el ladrón...
POR FIN JUSTICIA. .. TANTOS AÑOS HACIENDO DAÑO... ESTOY MUY FELIZ QUÉ PAGUE ESTA GENTE.