Ibiza19/09/17 4:01
El verano de Ibiza nos abandona un año más. Adiós al tentador olor a whisky de guiri veinteañero, playas atiborradas de bañistas de pelos en pecho y carnes abrasadas, el vil recuerdo de hormigas atrincheradas en casas pirata y las sudorosas toallas colgadas en balcones para deleite de los morados. Sin dejar atrás la buena sintonía en general de los comercios de la isla. No tanto en la zona de la Marina, proyectado como el nuevo West End II. Ya se escuchan a voceros por las calles avisando a los progres de camastrón de la huida del enemigo: los turistas. La calle les llama. El invasor se va quedando en inferioridad. Reniegan del turista al mismo tiempo que viven de él. ¡Qué borrokistas!
3 comentarios
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Amigo "es lo que hay", es triste constatar que aún hay mucha gente de aquí que sigue con la cantinela/falacia de que en invierno no tenemos nada que ofrecer, pues es un argumento tan facilmente desmontable que me daría para todo un artículo. Lo lamentable es que al hilo de ese pensamiento tan enquistado en el "cerebro?" de muchos de los que aquí residen y con la cobarde coartada de que aquí sólo podemos vivir del sol, playa y fiesta, elementos totalmente estacionales y que hay que explotar de todas las formas posibles pues es cuestión "de vida o muerte", se quiera excusar la deriva de esta isla en la que todo tiene precio...incluida la dignidad.
Ibiza vive del sol, playa y fiesta. No tiene más. Ni dios va en invierno. El turista de invierno quiere ver cosas y no hay nada que ver en Ibiza. Es lo que hay.
Mientras tengamos la clase política analfabestia seguiremos como siempre. En un principio en la hostelería en ibiza tenías que contratar a gente de fuera, con el contrato venía comida y alojamiento, muchas veces al estilo mili, pero era un alojamiento. En los últimos años los avispados hoteleros casi siempre foráneos, se dieron cuanta que arrendando a turistas estos apartamentos sacaban mucho dinero y que los asalariados se buscaran la vida. Poco a poco se ha ido corrompiendo todo y todo está ala venta hasta los balcones, pero esto es que la clase política son los que dejan que esto suceda y van después hacen una ley que no sirve para nada e imposible de llevar acaboo hacerse cumplir. BIENVENIDOS QUINQUIS