Domingo 15.T.O. (Mt.13,1-23)

Jesús emplea este género didáctico, y revela de manera gráfica las riquezas de la Gracia, la vida de la Iglesia y las exigencias de la fe. Entre sus oyentes los hay quienes le escuchan con interés. Otros solo lo escuchan por mera curiosidad o por intereses demasiado humanos, por ejemplo, por los milagros que hacía.

Jesús en su predicación tuvo en cuenta las disposiciones diversas de sus oyentes a los que hace alusión en la parábola del sembrador. Las parábolas se emplean para dar a conocer o explicar algo que resulta difícil de entender, como son las realidades sobrenaturales que revela Jesucristo. Las palabras del Señor revelan con toda fuerza la responsabilidad que tiene el hombre de disponerse bien para aceptar la gracia de Dios, y corresponder a ella. Dios concede la gracia., y el hombre corresponde a ella libremente.

Jesucristo amó a los hombres y nos sigue amando a todos- hasta dar la vida por todos para salvarnos a todos. El desprecio de la gracia divina es algo culpable que , en verdad , merece castigo, pero Jesús no vino para castigar, sino para salvar.