Antes de la reconquista de nuestras Islas en 1235 Guillem de Montgri, Nunó Sanç y Pere de Portugal firmaron un convenio entre en el que entre otras cuestiones se decía que se construiría un templo e la ciudad de Ibiza para la honra de Jesús y de su Madre. Conquistada la Isla de Ibiza el 8 de agosto de 1235, la parroquia de Santa María fue creada un mes después. El ábside y la torre del campanario, de estilo gótico, son del siglo XIV. La Catedral, sin embargo, presenta una mezcla de estilos fruto de las continuas reformas. En 1538 se le añadió la capilla honda y en 1592 la sacristía, cubierta por bóveda de crucería. La construcción de las murallas afectó gravemente a su estructura, aunque las reparaciones no se iniciaron hasta 1712 y supusieron la sustitución de múltiples elementos góticos por otros barrocos.
En 1782, al declararse Ibiza sede episcopal, pasa a convertirse en Catedral. Con la llegada del primer obispo, Manuel Abad y Lasierra, se amplían las dimensiones del presbiterio y se reubica el coro, que pasa del centro de la nave a situarse tras el altar mayor. En el siglo XX, el ábside fue remodelado y se recuperaron los ventanales góticos. Y todos los obispos que desde entonces hemos regido la Diócesis hemos hecho buenas aportaciones a este templo principal de la Diócesis.
El 31 de enero de 1816 el quinto Obispo, Mons. Felipe González Abarca llevó a cabo la Consagración de la Catedral, y de ese gran acontecimiento celebramos ahora el segundo centenario. En la Catedral este día cada año es solemnidad y en todas las demás iglesias de Ibiza y Formentera es fiesta litúrgica por ser la Catedral la Iglesia Madre y Cabeza de todas las demás, donde el obispo diocesano tiene situada la cátedra, signo del magisterio y de la potestad del pastor de la Iglesia Particular, como también signo de la unidad de los creyentes en aquella fe, que el obispo anuncia como pastor de la grey».
En los años que sirvo en nuestra Diócesis siento un gran afecto y estima por nuestra Catedral no por lo que yo haga en ella, sino por lo que veo que tantas buenas personas hacen allí: los sacerdotes acuden a la Misa crismal el Jueves Santo, a las Misas de nuestros Patronos la Virgen de las Nieves y San Ciriaco, las parroquias con ocasión de años jubilares o visitas a Dalt Vila celebran allí actos religiosos, hay parroquias que llevan cada año allí a los niños de la catequesis de comunión, etc. Contamos con la colaboración y generosidad de los Canónigos de la Catedral, colaboradores del Obispo en la vida y actividad de la Catedral.
Es uno de los lugares que más turistas visitan en sus venidas a Ibiza y Formentera y con la colaboración del Consell Insular algunos meses al año y con la generosidad y entrega de las Hermanas de Marta y María está abierta todo el año. Y visitando yo cada día la Catedral para rezar y estar disponible a atender en el Sacramento de la Confesión soy testigo de la buena conducta de tantas, de tantísimas personas que entran en la Catedral y no se limitan a mirar los bienes artísticos que hay allí sino que se sientan o se arrodillan y rezan un poco, aprovechando así la visita a Dalt Vila también para un progreso espiritual.
Mi admiración y aprecio también a las dignas autoridades que con ocasión de las fiestas acuden a la Catedral y nos acompañan y respetan así a los cristianos en ese templo.
Dos siglos, pues, de la Dedicación de la Catedral. Que ello nos mueva a admirarla cada vez más, a colaborar en su vida litúrgica, en la conservación de sus estructuras físicas y artísticas y a acudir a ella siempre y muy especialmente en la fiestas y solemnidades.
A este respecto, este martes, día 31, a la 18 horas de la tarde, tendremos la celebración de este acontecimiento en la Catedral y todos estáis animaos e invitados a participar, demostrando así la ternura y apreció por este templo en la vida de Ibiza y Formentera en el pasado, en el presente y en el futuro.
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