Estamos de enhorabuena en las Pitiüses porque hemos empezado el año estrenando un servicio de radioterapia en el hospital Can Misses. Sin duda, se trata de una más que buena noticia pero tampoco hay que quedarse dormido en los laureles porque nuestra sanidad pública aún deja mucho que desear. Y no me refiero a los últimos datos de lista de espera, que no son nada buenos, sino también a los desplazamientos de enfermos y familias que han de salir fuera de la isla para ser atendidos en servicios como cirugía vascular o la cirugía pediátrica. En muchas ocasiones no se trata de enfermedades graves, pero sí que es cierto que ocasiona un grave trastorno al núcleo familiar. En el caso de los niños, los padres han de abandonar sus trabajos para acompañar a sus hijos.
OPINIÓN| Concha Alcántara
Y ahora, ¿qué?
Eivissa09/02/16 0:00
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