Hay ciertos temas que a estas alturas de la película ya deberían ser tan normales que no deberían ser noticia y, mucho menos, que en estos momentos estuviéramos hablando de ello. Particularmente me refiero a la marea de comentarios que se originaron en estas fiestas de la mano de pajes reales de sexo femenino y reinas magas. Sinceramente no logro entenderlo.

¿Todavía vivimos en una sociedad en la que ciertas actividades sólo se reservan para los hombres? ¿Qué más da? Lo importante es mantener viva la ilusión de los niños. ¿O no? Que en una cabalgata en vez de Reyes Magos fueran Reinas Magas no debería ni ser comentado porque nos tendría que resultar indiferente.

¿En el año 2016 todavía la mujer tiene que seguir luchando por la igualdad? ¿De verdad? ¿Incluso para participar en una cabalgata de Reyes? Sepan disculparme pero esto no sé si me da risa o ganas de llorar. Como madre de un niño tengo especial interés en hacer de él una buena persona y, sobre todo, un hombre que sepa respetar a las mujeres, que para él trabajar, vivir y convivir con ellas sea algo natural. Y, como siempre, nada mejor que el ejemplo para lograrlo. Pero una vez más parece que la sociedad no esté dispuesta a avanzar. Ante esto último, otro ejemplo me viene a la cabeza. Con motivo de las fechas mi hijo ha ido a su amada guardería en la que disfruta alocadamente en otro horario del habitual en el que hay más niños, y más padres, claro. Cada día que fui a recogerlo observé la misma situación. Muchos de los demás progenitores no fueron capaces de respetar el orden de llegada para entrar en el aula en su turno correspondiente para volver a casa con el pequeño retoño. Si no somos capaces de actuar de manera ejemplar en ese templo de la educación temprana... ¿Dónde lo seremos?