El PP de Eivissa dio el pasado jueves el primer paso para la regeneración de sus dirigentes. La victoria de Marí Bosó frente a Enrique Fajarnés era más que previsible. De hecho, nadie con dos dedos de frente hubiera apostado su dinero por la derrota del actual presidente de la formación ante un hombre que lleva ocupando cargos públicos ininterrumpidamente desde 1983. En cambio, la victoria de Santi Marí puede resultar más sorprendente. Sin apenas experiencia política, el joven concejal de Sant Llorenç consiguió vencer a todo un Pepe Sala, uno de los principales baluartes del PP ibicenco de los últimos lustros. De esta manera, la formación conservadora relega a un segundo plano a los protagonistas de la última etapa en el partido. Los Palau, Serra, Fajarnés y Sala dejan paso a una nueva hornada de políticos que llevan preparándose desde hace tiempo. Este es el caso tanto de Marí Bosó como de Santi Marí. El primero, ya se destapó en la pasada legislatura como uno de los hombres mejor preparados y valorados en el partido. Y Santi ‘Maciana' no se queda atrás. En el municipio de Sant Joan muchos le ven, con permiso de Andreu Roig ‘Pardalet', como el claro sucesor de ‘Carraca' si algún día éste se cansa de la política. Su humildad, su cercanía con sus conciudadanos y su trabajo incansable son sus mejores credenciales. El 20 de diciembre el partido, sobre todo a nivel nacional, tendrá una gran prueba de fuego; pero el reto de aúpa para el PP ibicenco será el próximo congreso insular que se celebrará el próximo año. Allí, los militantes de la organización política con más afiliados de la isla deberá decidir si definitivamente cambia el rumbo de una vez por todas.