Poco a poco, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha ido desvelando el equipo de colaboradores con los que cuenta en el viraje hacia el centro que significará el congreso nacional de este fin de semana en Valencia. El líder conservador ha sabido, en estos últimos meses, aguantar las acometidas de los sectores más radicales de su propia formación política para, al final, lograr hacerse con el control efectivo de la situación; tal y como lo demuestran los nombramientos de Dolores de Cospedal como secretaria general y la recuperación de Javier Arenas -que siempre se mantuvo alejado del sector 'duro'- como vicesecretario Territorial.

La designación de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados fue el primer golpe de Rajoy, el inicio de un proceso de cierre de la etapa de confrontación sistemática con el Gobierno y las fuerzas nacionalistas democráticas que marcaron la pasada legislatura. Los pobres resultados obtenidos en las pasadas elecciones generales del 9 de marzo son el punto de inflexión en la nueva orientación política del Partido Popular que pretende pilotar Rajoy, la cual se basa en la recuperación del espacio político situado en el centro; un terreno en el que el PSOE está logrando avances importantes con el liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Cospedal, Mato, Sáenz de Santamaría, Arenas..., son el nuevo equipo de Mariano Rajoy, las caras que tienen que dar credibilidad al nuevo Partido Popular que surgirá del congreso valenciano. Por el momento, y éste es un valor que se le debe reconocer, Rajoy ha soportado los ataques provenientes de los medios más afines a su propia formación política en un gesto que pone de manifiesto el convencimiento y valentía con la que aborda este nuevo reto político.