Que más de la mitad de la basura que generamos no acabe en una
incineradora no es una buena noticia ni debería ser motivo de
alegría para los responsables de la gestión de residuos. Sería una
buena noticia que lo que no se quema acabara en los contenedores
específicos de papel, vidrio y envases. Pero tampoco ése es el
caso.
A pesar de los esfuerzos realizados de unos años a esta parte,
la recogida selectiva de residuos ha entrado en un proceso de
estancamiento, con la excepción de los envases y embalajes, cuyo
porcentaje de recogida aumenta de forma proporcional a la
instalación del contenedor amarillo en la calle. Pero ni siquiera
los esfuerzos de las autoridades son suficientes para combatir un
problema que está en la esencia de las sociedades más avanzadas: el
aumento imparable de la producción de residuos.
Cada vez somos más y cada vez producimos más residuos, a pesar
de las políticas de sensibilización que promueven las
instituciones. El aumento en la producción de residuos y el
estancamiento en la recogida selectiva hace que al menos un tercio
de la basura que producimos acabe en vertederos, focos de
contaminación y de incendios incontrolados. El peor sistema de los
posibles para eliminar los residuos, según señalan todos los
expertos.
Por eso es urgente que las instituciones tomen medidas valientes
que contribuyan a resolver un problema histórico en las sociedades
avanzada. Y por eso ha llegado el momento de que, con todos los
respetos ambientales y las máximas condiciones de seguridad, se
adopten las decisiones precisas, mediante plantas incineradoras y
la concienciación de los ciudadanos para que se incremente aún más
la recogida selectiva.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.