La convocatoria de oposiciones para los centros docentes de Balears ofertada por la Conselleria d'Educació del Govern balear supone el segundo intento -el año pasado se realizaron las primeras oposiciones después de asumir la Comunitat las competencias en educación- de esta institución en romper la interinidad con la que conviven los centros de enseñanza baleares.

Una vez adjudicadas las plazas, los exámenes comenzarán a partir del próximo 28 de junio, el número de profesores que han accedido a este puesto tras haber opositado en estas dos convocatorias se elevará a 600, lo que significa una reducción importante del número de interinos que actualmente imparten clases en Balears. Este hecho, en principio, debería mejorar la calidad de la enseñanza, ya que se supone que los interinos, sometidos a constantes desplazamientos y a breves estancias en los lugares de trabajo, tienen menos posibilidades de adaptarse y de conocer in situ la realidad de cada centro escolar que aquellos que se instalan en una ciudad definitivamente. Además, en la mayoría de los casos, también cuentan con el handicap de haber nacido fuera de las Islas, lo que, lógicamente, dificulta su proceso de aprendizaje. Cabe recordar, que estos profesores en la mayoría de los casos se instalan por un periodo mínimo de tiempo, un curso escolar.

Para el curso que entra, el Govern ha ofertado un total de 278 plazas a las que aspiran alrededor de tres mil profesores. De este alto número de aspirantes, una sexta parte son de las Pitiüses (509 de Eivissa y 50 de Formentera). De ellas, la mayoría de las inscripciones se registran en el apartado de maestros y en el de profesores de secundaria. El próximo mes de junio comenzará la segunda convocatoria ofertada por el Govern y se puede decir que la suerte está ya echada.