Bloqueo a las medidas contra la emergencia habitacional

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El pleno del Parlament volvió a ser este martes el    escenario de enfrentamientos y reproches, protagonizados por el Govern y la oposición, en torno al gran problema social de Baleares:    la falta de vivienda y, por consiguiente, una cada vez mayor la emergencia habitacional. El PSIB-PSOE acusó al Govern de legislar a dictado de los promotores en referencia al decreto ley aprobado por el Ejecutivo autonómico que permite construir 20.000 viviendas en Palma, entre otras grandes medidas. Los socialistas y Vox rechazan esta iniciativa –cada uno por razones distintas– lo que impide que sea ratificado en la sesión plenaria del 15 de abril. La negativa de la ultraderecha y la formación socialista, que todo apunta volverán a votar en el mismo sentido, provocará que el decreto ley decaiga y no se puedan edificar estos nuevos pisos. La lógica indica que la respuesta a la acuciante demanda de vivienda implica construir más pisos, pero el Govern de Prohens continúa sin encontrar aliados. Con Vox la herida sigue abierta y la tensión es máxima. Y con el PSIB no se ha producido ningún tipo de diálogo. No obstante, los socialistas ya han dejado claro en varias ocasiones que ven en este decreto un pelotazo urbanístico pese a que no han podido justificar en base a qué y simplemente se dedican a poner palos en las ruedas para evitar que avance.

«No podemos seguir esperando»

Las asociaciones de promotores inmobiliarios y constructores de las Islas, por su parte, denuncian que se no ha dado una respuesta efectiva a la creciente demanda de vivienda asequible en el Archipiélago. Afirman, en un comunicado conjunto, que «se han desatendido durante demasiado tiempo las necesidades de la mayoría social, especialmente de las personas jóvenes y de rentas bajas, y no podemos seguir esperando».

Un gran acuerdo

Por encima de batallas políticas debería prevalecer siempre el interés de la ciudadanía y en el caso de la vivienda, las principales formaciones de Baleares deberían ser capaces de sentarse y lograr un gran pacto para intentar solucionar un gran problema. Eso implica diálogo y generosidad. La ciudadanía lo merece.