Los datos del Censo de Vivienda difundidos en su edición del martes por este periódico confirman que durante los últimos años se han hecho muy pocas viviendas en relación al incremento de la población. En concreto, Baleares solo tiene 12.000 viviendas más que hace 10 años para 83.000 nuevos residentes. El censo confirma que existen algo más de 650.000 viviendas para una población de 1,2 millones de habitantes.
Una década.
Las viviendas que se han construido en Balears durante los últimos años son totalmente insuficientes para atender a la población que residen en las islas. El censo de 2011 y el de 2021 confirman que el incremento ha sido de 11.799 viviendas, es decir, poco más de 1.000 inmuebles más cada año. Este desfase entre oferta y demanda explica la presión que existe sobre los precios de la vivienda en Balears. Como han indicado muchos profesionales durante los últimos, se han construido muy pocas viviendas para poder atender la demanda existente. Es una realidad que la población ha crecido a un ritmo seis veces superior al crecimiento del número de viviendas, aunque es llamativo que haya más de 100.000 pisos vacíos en las Islas.
Poco suelo.
Es una evidencia que durante los últimos años ha faltado suelo para poder construir viviendas. Los ayuntamientos han dado muy pocas facilidades y el precio del suelo no era precisamente muy barato para que las promociones fuesen rentables. Sobre los pisos vacíos, es una realidad que se trata un problema de falta de confianza de los propietarios ante unas leyes que sobre todo favorecen la ‘okupación’ y a los inquilinos morosos. El diagnóstico sobre la falta de vivienda está muy claro. Ahora solo falta revertir esta situación que se ha convertido en el principal problema de los ciudadanos de Ibiza y Formentera. Para ello hace falta suelo y, sobre todo, confianza entre los propietarios. Y el actual clima contra los propietarios no favorece lo más mínimo para que afloren todos los miles de pisos vacíos que hay en Balears.