Este sábado se ha celebrado en Sevilla el 41º congreso federal del PSOE, un partido que está viviendo el que quizá sea el peor momento de su historia. De hecho, Pedro Sánchez, líder socialista y presidente del Gobierno, llegó a este cónclave del socialismo español con las investigaciones judiciales sobre su esposa Begoña Gómez y el caso Koldo, los negocios de su hermano y con las explosivas declaraciones Víctor de Aldama y la dimisión de Juan Lobato aún calientes sobre la mesa. En este sentido, reconocidos socialistas como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y Salvador Illa, líder del PSC, así como el mítico Santos Cerdán, centraron sus intervenciones en el «acoso» que supuestamente está recibiendo Sánchez por parte de la oposición y los medios de comunicación. Una vez más, los socialistas hicieron cero autocrítica de su gestión y cerraron filas en torno a su líder, llegando incluso a afirmar sin ningún tipo de pudor que hay una «cacería» contra ellos.

Falsa unidad.
Francina Armengol, presidenta del Congreso y líder de los socialistas baleares, llegó a esta cita destacando que el momento de «máxima unidad, de fuerza y de mucho trabajo hecho para reforzar el proyecto socialista de los últimos años», según destacaron los socialistas baleares a través del comunicado. Una unidad que, al menos a nivel nacional, no es del todo real, pues históricos socialistas como Page o Felipe González, ya han manifestado públicamente su discrepancia en cómo está llevando Sánchez el partido.

Futuro incierto.
«Lo mejor está por venir», expresó Pedro Sánchez, quien desde hace bastante tiempo arrastra una cada vez peor imagen y más debilitada, como quedó patente en su visita a Paiporta con los Reyes de España tras la DANA que asoló Valencia. El socialismo cerró filas en torno a su líder, pero lo cierto es que la polémica y las investigaciones judiciales se ciernen sobre el presidente y su círculo más estrecho, algo que no se puede obviar ni falsear por mucho que lo intenten. El socialismo español y balear necesitan reflexionar y cambiar profundamente si realmente quieren resultar creíbles a la población.