El fútbol de Vila vivió este jueves un esperpéntico episodio en la disputa entre el Ayuntamiento, la UD Ibiza y la SD Ibiza por la distribución de horas en el campo de la pista de atletismo Sánchez y Vivancos. La resiembra de Can Misses ha obligado a los celestes a entrenar en la pista de atletismo, pero el miércoles el Ayuntamiento notificó que ninguno de los dos clubes podría utilizar la instalación hasta que llegasen a un acuerdo para repartirse su uso. Sin embargo, la UD Ibiza no hizo caso a esta petición y se presentó a entrenar, desobedeciendo así la decisión municipal. Personal del Ayuntamiento de Eivissa y un agente de la Policía Local intentaron impedir sin éxito la entrada de jugadores y técnicos a la pista de atletismo.
Identificaciones.
Pese a la prohibición, el entrenamiento de la UD Ibiza comenzó hasta que un agente entró en el terreno de juego para intentar paralizarlo. El policía llegó a solicitar la identificación al entrenador celeste, Pep Lluís Martí, produciéndose una situación surrealista en pleno entrenamiento. Desde la UD Ibiza mostraron su indignación por la incapacidad del Ayuntamiento de Eivissa en gestionar este conflicto. Amadeo Salvo lanzó duros ataques contra el Ayuntamiento de Eivissa, así como contra el alcalde Rafa Triguero por lo ocurrido. Por su parte, desde Vila afirmaron que la UD mentía y que habían roto el miércoles el acuerdo que habían alcanzado con la SD el martes para el reparto del campo.
Imagen lamentable.
Aunque el Ayuntamiento de Vila ha negado la versión defendida por Amadeo Salvo de que existía un acuerdo con la SD Ibiza para utilizar el campo de entrenamiento, no se tendría que haber llegado al extremo que se vivió el jueves con la irrupción de un policía local en el terreno de juego. Igual que tampoco la UD Ibiza debería haberse saltado la decisión municipal, haciendo caso omiso a que no se podía entrenar en ese campo hasta que no hubiera un acuerdo. El Ayuntamiento de Eivissa debe actuar con responsabilidad en un conflicto entre dos clubes que, a la vista del histórico de los hechos, jamás se pondrán de acuerdo. Por ello, el decreto de uso de este campo municipal es más urgente que nunca. A su vez, los dos clubes deben asumir que utilizan una instalación municipal, que no es propiedad de ninguno de los dos clubes sino del Ayuntamiento de Eivissa y, por tanto, de toda la ciudad. Por lo tanto, convendría cerrar este conflicto urgentemente porque no beneficia a todos y, sobre todo, ofrece una imagen lamentable ante los ciudadanos.