El Tribunal Constitucional ha acordado tumbar los límites de Baleares a los vehículos de alquiler con conductor. El Alto Tribunal votó por unanimidad que la precontratación de 30 minutos impuesta a las empresas de VTC vulnera la normativa y, por lo tanto, no puede ser aplicada. Para el Constitucional la medida ni está justificada ni es adecuada, pero además supone una situación de desventaja competitiva en el sector del transporte en Baleares.

Consumidor.

El Constitucional señala que la medida adoptada en Balears no ofrece una protección al consumidor ya que supone, además, una restricción para la actividad de uno de los sujetos que prestan el servicio    de transporte de viajeros.    No obstante, el Alto Tribunal admite que la precontratación sí perseguía un fin que desde el punto de vista constitucional es legítimo como es la búsqueda de un equilibrio entre el sector del taxi y el de las VTC.

Libre competencia.

Muchas de las medidas adoptadas en Baleares en los últimos años en materia de transporte de viajeros han estado dirigidas a proteger al sector del taxi, que siempre es un colectivo con mucha influencia que intenta ejercerla legítimamente también para evitar desaparecer con gigantes de la competencia. En este sentido, la sentencia del Constitucional es un importante toque de atención: la libre competencia y la protección de los consumidores está por encima de la protección de cualquier colectivo, por mucha presión que puedan ejercer ante las instituciones. No se trata, sin embargo, de una medida exclusivamente balear ya que otras comunidades autónomas han apostado por las mismas limitaciones de empresas como Uber. Aunque las nuevas regulaciones puedan perjudicar a los taxistas conviene acostumbrarnos a que por encima de cualquier protección de un determinado colectivo hay que defender la libre competencia, como ocurre en casi todos los sectores económicos. Nadie limita la apertura de un restaurante o un comercio, por mucha competencia que pueda suponer para otros negocios. En el sector del taxi no debería haber tampoco límites como hasta ahora y así nos evitaríamos sentencias como las del Constitucional que ponen las cosas en su sitio.