El pleno del Consell de Formentera celebrado esta semana pone de manifiesto la grave crisis que sufre la institución ante la decisión de Llorenç Córdoba de seguir en el cargo pese a no tener ni un solo apoyo. El secretario del Consell intentó buscar una fórmula para que fuese posible poder gobernar solo con el presidente y un conseller, pero todos los grupos rechazaron la iniciativa. Aunque tuviese una solución legal, no tiene el más mínimo sentido que Córdoba pueda disponer de algún instrumento jurídico para seguir gobernando en solitario.

Esperpento.

Hace tiempo que se acabaron todos los adjetivos para calificar la situación política que se vive en Formentera, con un presidente atrincherado en el cargo, sin apoyos, y que solo sigue en la presidencia por motivos económicos. Nadie le apoya, pero tampoco ha sido posible todavía alcanzar un acuerdo para echarlo del cargo. La solución jurídica para poder permitir que Córdoba siguiese gobernando en solitario ha sido calificada brillantemente como ‘Lorenzocracia’. Realmente podría hasta ser    divertido si los ciudadanos de Formentera no fuesen los que soportan un desgobierno tan esperpéntico.

Soluciones urgentes.

Los partidos políticos que forman parte del Consell deben encontrar una solución urgente para echar a Córdoba del cargo de presidente. Por salud democrática, no puede seguir ni un día más. Tanto Alcaraz como Ferrer y Ramírez mostraban en el pleno de esta semana su vergüenza por la situación que vive el Consell. Pues si realmente es así, la solución debe producirse en los próximos días, sin esperar más, y cualquier solución será mejor que mantener en la presidencia a una persona que no merece el más mínimo respeto desde el punto de vista político. Por el bien de los ciudadanos, aceleren la moción de censura, la única manera para poder echar a Llorenç Córdoba de la presidencia. Y aprendan a gobernar de otra manera porque la situación política en Formentera es de extrema emergencia. Los votos de rechazo que se produjeron en el último pleno en contra de las propuestas de Córdoba deben ser un ejemplo para poner fin a esta pesadilla que vive el pueblo de Formentera. Por respeto a los ciudadanos, actúen rápidamente.