EditorialIbiza 18/06/24 0:30
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UEl todavía secretario general de los socialistas ibicencos, Josep Marí Ribas, anunció el sábado que abandona la política y que el próximo 20 de julio se celebrará un congreso extraordinario para sustituirle. También dejará su cargo de portavoz en el Consell. Tras una gestión marcada por la polémica y los fracasos electorales, Marí Ribas ha decidido poner punto y final a una larga carrera política y entiende que ha llegado el momento para buscar caras nuevas. Sin embargo, analizando los perfiles posibles para sustituir a Marí Ribas no parece que pueda producirse un cambio significativo. Por el contrario, es más que previsible que se sigan con las mismas políticas que han llevado a los socialistas ibicencos a vivir el peor momento de su historia.

El Consell

Ya de por sí es una mala noticia que Elena López pueda convertirse en la nueva portavoz del PSOE en el Consell d’Eivissa tras la dimisión de ‘Agustinet’. Durante su etapa como concejal en Vila ya demostró su escaso talante y en demasiadas ocasiones se enfrentó a entidades simplemente porque no seguían su sintonía política o se atrevían a criticarla. De la escuela de Ruiz, Molina y compañía, Elena López no representa ni mucho menos la renovación. Se trata, además, de una dirigente con una trayectoria que garantiza que el PSOE vaya a seguir con los mismos errores de los últimos años, es decir, el sectarismo y los extremismos.

Los relevos

Si como parece Armengol mantiene su influencia en el PSOE, todo parece indicar que Milena Herrera podría convertirse en la futura líder socialista. Herrera es una persona de la máxima confianza de Armengol e incluso ha sido nombrada portavoz del PSOE a nivel balear. Aunque tiene un perfil más moderado que Ruiz, López y compañía, Milena Herrera no está cumpliendo con las expectativas que los ibicencos esperan de una representante en el Congreso de los Diputados, que es solventar los problemas de la isla y presionar al Gobierno de Sánchez. En cambio, la opción de Vicent Roselló sí es más renovadora y posiblemente podría cambiar algo las cosas en el PSOE con él al frente. Está claro que deben ser los dirigentes socialistas los que elijan a su nuevo líder, pero el proceso debe ser muy ambicioso porque ‘Agustinet’ ha dejado un partido hundido que necesita, además de cambio de caras, nuevos discursos.