El drama de los profesores desplazados a Ibiza

Situación desesperante

No debe resultar nada fácil para las dos profesoras mallorquinas trabajar en Ibiza, a pesar de contar con una plaza por oposición. Llegan a la isla en la que trabajan a las 07.40 horas y, al acabar su jornada laboral a las 14.30 horas, regresan al aeropuerto de Ibiza para poder coger el vuelo de regreso a Mallorca. Y así buena parte de la semana. Además del coste y del desgaste físico que supone cada día levantarse tan pronto y coger dos vuelos a diario, el plan puede fallar si algún avión se anula por mal tiempo o por cuestiones operativas de las compañías aéreas. El coste de un billete ida y vuelta entre ambas islas puede rondar entre los 25 y 50 euros, que multiplicado por cinco puede suponer una inversión semanal entre 150 y 250 euros.

Buscar soluciones

Es de imaginar que el conseller de Educación habrá tomado buena nota de la odisea que viven estas dos profesoras mallorquinas para poder trabajar en Ibiza. No es que en Ibiza el alquiler sea muy caro, que evidentemente lo es. El problema es que no hay oferta habitacional que permita ni siquiera a estas dos profesoras compartir un piso durante los meses de actividad lectiva. No se puede esperar a que los precios de alquiler bajen porque seguramente será imposible que esto ocurra. Se trata de intermediar entre propietarios y profesores o pagar un plus que permita compensar el cambio de isla para trabajar en la educación pública. Hay que tomar decisiones con urgencia ante la inoperancia del anterior Govern y que el problema quede resuelto de cara al próximo curso escolar.