EditorialIbiza16/02/24 0:30
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La política balear ha vivido durante días la convulsa crisis de Vox. La destitución de la ibicenca Patricia de las Heras y de Gabriel Le Senne del grupo parlamentario primero, y la expulsión de los cinco diputados rebeldes de la formación ultra después, desataron una crisis interna que pudo solucionarse poco después para que todo quedase igual. Sin embargo, la imagen ofrecida por Vox es realmente preocupante si se tiene en cuenta, sobre todo, que sobre sus votos se sustenta la mayoría la presidenta del Govern, Marga Prohens.

Una crisis sin cerrar

La presidenta de Vox en Balears, Patricia de las Heras, acudió este miércoles al programa BNP y afirmó que la crisis en su formación ya está cerrada. Pero cuesta creer que dicha crisis esté finiquitada cuando Vox aún no ha tomado una decisión definitiva sobre el futuro de los cinco diputados rebeldes. Conviene recordar, además, que Patricia de las Heras y Gabriel Le Senne no llegaron a ser expulsados del grupo gracias a un informe de los letrados del Parlament. La situación interna de Vox, por lo tanto, sigue siendo muy precaria con un grupo dividido en dos y ofreciendo una imagen preocupante a los ciudadanos de Balears.

Ibicenca

Sin embargo, lo más inquietante de las declaraciones de Patricia de las Heras es que afirmase en BNP que su nombramiento como presidenta de Vox no agradó a todo el mundo por el hecho de ser ibicenca. Vox nos ha acostumbrado desde hace tiempo a lanzar mensajes excluyentes y radicales en cuestiones como el feminismo, la inmigración o las instituciones, pero es preocupante que ahora también reabra las diferencias entre islas. Hay debates que tendrían que haberse superado desde hace tiempo y las palabras de De las Heras son alarmantes, especialmente por la actitud de sus compañeros de Mallorca, incapaces de solventar los problemas internos que tienen en su isla, y también por excluir y denostar a otros dirigentes por su isla de nacimiento. Este tipo de debates ya no deberían tener lugar en la sociedad actual, pero por desgracia algunos partidos se muestran incapaces de superarlos.