Casi una década para cambiar una depuradora obsoleta

Años y años de microalgas.

Y es que no es de recibo que desde el año 2014 las administraciones públicas hayan estado mareando la perdiz con la construcción de una nueva estación depuradora que, a todas luces, era más que necesaria ya en esas fechas. Una depuradora que estaba obsoleta y que, en todo este tiempo, provocaba verano tras verano la proliferación de una microalga que, aunque no era nociva para las personas, daba una pésima imagen a una de las playas más emblemáticas del norte de Ibiza. En este tiempo la Conselleria balear de Medio Ambiente, en lugar de ser clara en relación a cuál era el órgano sustantivo para autorizar esta planta depuradora, dio la callada por respuesta ante las continuas reclamaciones del Ayuntamiento de Sant Joan.

La callada por respuesta.

Finalmente, casi cinco años después de la primera solicitud realizada por el Consistorio, Recursos Hídricos, dependiente de Medio Ambiente, se desmarca del proyecto asegurando que no le corresponde actuar como órgano sustantivo, que el órgano con competencias para autorizar el proyecto es el propio Ayuntamiento y que su participación en la tramitación ambiental es únicamente como administración afectada. Una respuesta esta que, si la hubiera dado en la primera consulta que se le hizo al respecto, hubiera ahorrado años de tramitación al proyecto y años de mala imagen al municipio de Sant Joan. Ahora solo hace falta conocer de una vez por todas cómo se va a hacer frente al pago de esta nueva estación depuradora, ya que pese a todo lo que se ha hablado al respecto aún no está claro si el 50% de su financiación va a correr a cargo del Impuesto de Turismo Sostenible.