Finalmente la iniciativa anunciada a bombo y platillo por Francina Armengol de decretar la gratuidad de las escoletas en Balears se ha demostrado que, además de electoralista, era una propuesta muy improvisada y que no ha cumplido con las expectativas creadas. La letra pequeña de la iniciativa demuestra que ni las escoletas serán gratuitas del todo y que no beneficiará ala totalidad de niños de 0 a 3 años. Además, la falta de sintonía entre el Govern y las instituciones que gestionan escoletas ha sido total y absoluta. De hecho, el Govern ni siquiera se ha reunido con Escuela Católica, la entidad que más centros de estas características gestiona en Balears.
Las escoletas no serán gratis
Para empezar hay que dejar claro que las escoletas no serán gratis y que los padres o las instituciones, sobre todo los ayuntamientos, deberán aportar una parte de este coste. Asimismo, los padres afrontarán los pagos de comedor y horas extras cuando por motivos laborales deban dejar a sus hijos en las escoletas. Sin duda la iniciativa es positiva porque las familias tienen que afrontar un importante desembolso económico durante varios años, pero lo que no se puede hacer es engañar con anuncios que, a la hora de la verdad, tienen poco que ver con la idea original. Lo peor, además, es que implican a otras instituciones sin hacer un mínimo esfuerzo para consensuar las medidas. Es un trágala en toda regla para que solo Armengol tenga un rédito político de ello, si es que alguien la vota por esta medida.
Incomprensible la postura del PSOE Ibiza
Dentro de esta improvisación destaca especialmente la postura que mantuvo hace unos días el PSOE ibicenco, que reclamaba a Vicent Marí que se encargase de resolver la financiación de las escoletas municipales. Es decir, Marí, que ya ha tenido que asumir la gratuidad de las guarderías del Consell por la promesa de Armengol, debería resolver los problemas de los ayuntamientos. Es incomprensible que con cuestiones como estas se actúe con tan poco sentido institucional e improvisación.
1 comentario
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Es que después de un gin-tonic ya se sabe...