La presidenta del Govern, Francina Armengol, se reunió este jueves con una representación de los vecinos de los apartamentos Don Pepe, en Sant Josep, para ofrecerles la posibilidad de construir unos pisos para sus 100 propietarios. Después de muchos meses de tensión entre los vecinos y el Ayuntamiento de Sant Josep y Govern, la solución ha sido calificada de «muy interesante» por los afectados. Existe un requisito fundamental: para llevar a cabo esta operación se requiere el visto bueno de todos los propietarios, de los 100 propietarios. Si finalmente no están de acuerdo con la permuta de sus propiedades, solo quedará la posibilidad de recurrir a la vía judicial.
El proyecto.
El Instituto Balear de la Vivienda se encargaría de ejecutar el proyecto a precio tasado, evitando la especulación urbanística, ha señalado Armengol. Una vez tasadas las nuevas viviendas se procedería a estudiar el valor de los apartamentos Don Pepe, pero teniendo en cuenta que su eliminación supondría reducir el impacto ambiental de los inmuebles situados en Parque Natural. Mientras se esperan las nuevas viviendas, los propietarios vivirían en inmuebles de alquiler por los que pagarían entre 400 y 750 euros al mes.
Tampoco será nada fácil.
Hay que valorar positivamente que Francina Armengol haya entrado en escena y aportase una solución a los vecinos, sobre todo después de la poca cintura política demostrada hasta el momento por el conseller Josep Marí ‘Agustinet', exalcalde de Sant Josep. Pero no conviene olvidar que no es una solución fácil. En primer lugar porque todos los vecinos tienen que estar de acuerdo o no habrá permuta. Y, en segundo lugar, porque la solución se alargará dos o tres años, en el mejor de los casos, y los precedentes sobre las gestiones de las administraciones en materia de vivienda ya sabemos que siempre se retrasan, como se ha demostrado con los tanta veces anunciados 120 pisos VPO del solar de la Policía. Al menos la propuesta de Armengol es un principio hacia la esperanza. Veremos cómo acaba.