La entrada en vigor, hoy, de la fase 1 de la desescalada en Mallorca, Menorca e Ibiza -que se añaden a Formentera, donde arrancó el pasado lunes- implica la reanudación de los vuelos regulares entre las islas, pero sólo al 50 por ciento de su capacidad y únicamente por causas de fuerza mayor. O sea, para regresar a la vivienda habitual, por motivos laborales inaplazables, causas sanitarias, y atención a personas mayores o discapacitadas. Con estas restricciones, a las que hay que añadir las limitaciones en las conexiones aéreas con la península, Balears empieza a recuperar movilidad, lo que exige una gran responsabilidad individual, a la que apeló ayer la presidente Francina Armengol. El Govern es consciente de que no cabe cometer errores para evitar pasos atrás en la lucha contra la pandemia, porque la clave para la reactivación económica de las Islas radica en la conectividad, o o sea, el movimiento de personas en puertos y aeropuertos para que puedan entrar y salir.
Editorial
Detección de la covid-19 para una movilidad con seguridad
11/05/20 4:01
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