Ante la situación de ruptura de las negociaciones entre Gent x Formentera (GxF) y el PSOE para conformar un gobierno estable en el Consell, de forma sorpresiva Sa Unió tomó la iniciativa y ofreció los votos de sus cinco consellers para que la socialista Ana Juan sea investida presidenta del Consell de Formentera en el pleno del próximo sábado. Recordemos que GxF fue la formación más votada en las elecciones del 26-M y logró 6 consellers; los mismos que Llorenç Córdoba (Sa Unió), que previsiblemente hubiese resultado ganador de no presentar candidatura Vox. La lista del PSOE liderada por Ana Juan logró tres consellers más que en 2015 y se hizo con 5 escaños.
La izquierda no logra pactar.
Las conversaciones entre las fuerzas de izquierdas no lograron fructificar. Pese a que GxF se mostró dispuesta a ceder la presidencia del Consell al PSOE durante el último año de mandato, así como el escaño en el Parlament, que Silvia Tur cedería en favor de Rafa Ramírez, los socialistas no aceptaron la propuesta al considerar que la pérdida de la mayoría absoluta ostentada en la pasada legislatura por la formación insularista debía traducirse en un mayor reparto del poder y en una mayor alternancia entre ambas formaciones. La formación liderada por Susana Labrador no lo entendía así y las discrepancias culminaron en una ruptura de las negociaciones que se hizo pública el pasado martes por la tarde.
Generosidad.
El generoso ofrecimiento de Sa Unió es muy poco común. Raramente una formación política (en este caso una coalición entre PP y Compromís) acepta apoyar con sus votos y entregar la presidencia de una institución a otra fuerza política, sin exigir nada a cambio y sin plantear elevadas contraprestaciones. Es lo que ha hecho Llorenç Córdoba para favorecer algo que resulta de vital importancia en Formentera: la alternancia en el gobierno. Al retirarle a GxF la mayoría absoluta de la que gozaba, los habitantes de la Pitiusa del Sur indicaron que es momento de que los despachos sean ocupados por gente nueva para que se abran las ventanas y corra el aire. El PSOE tiene ante sí una oportunidad que no debería dejar escapar por el bien de Formentera.