18/11/18 4:01
El asesinato de Sacramento Roca, apuñalada por su expareja en el centro comercial de Palma donde trabajaba, es una prueba más de la necesidad de seguir trabajando contra la violencia machista, una lacra social que no se logra extirpar de manera definitiva. El ataque mortal del viernes es un fracaso del conjunto de la sociedad, la constatación de que hay quienes mantienen las relaciones personales en clave de una posesión que justifica cualquier acción, por violenta que sea, cuando fracasan. Se ha logrado avanzar contra del machismo, pero no cabe duda de que todavía hay mucho trabajo por hacer.