Por si algo le faltara al concurso para el suministro de agua potable y saneamiento para los próximos 25 años que lleva a cabo el Ayuntamiento de Sant Antoni, el contrato más importante que se haya firmado nunca en el Consistorio portmanyí, una de las empresas que participa en el proceso, nada menos que la actual concesionaria, Aqualia, ha denunciado ante la mesa de contratación que el responsable de los servicios técnicos de su delegación de Baleares dejó la empresa, coincidiendo con la presentación de ofertas y apertura de plicas, para marcharse a trabajar con Facsa. Según Aqualia, esto explicaría la sospechosa coincidencia de puntuaciones en su oferta económica, pues su extrabajador estaba en posesión de información sensible que pudo haber facilitado a su nueva compañía, lo que podría constituir un supuesto delito de «revelación de secretos».
Editorial
Un concurso que huele muy mal
05/10/18 4:01
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