La plataforma ‘España Ciudadana’ cuya base está conformada por el partido Ciudadanos, celebró ayer un mitin en Palma en el que quedó claro que esta fuerza está en auge y sabe preparar con tiempo una estrategia clara y definida hacia la elecciones autonómicas, locales y europeas de mayo del año que viene y unas generales que podrían ser una realidad en cualquier momento a partir del año próximo. Ciudadanos está articulando un discurso regeneracionista y antinacionalismos periféricos con la intención de hacerse con una parte de los votos de un PP que atraviesa una coyuntura compleja tras su pérdida del poder, la marcha de Rajoy y su pugna interna por encontrar un nuevo líder.

Rivera aprovecha la coyuntura.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, está demostrando que sabe aprovecharse de las actuales circunstancias con un objetivo claro: erigirse en líder del centro-derecha español caso de que el PP pierda fuelle en el congreso que celebrará dentro de pocos días. Para lograrlo, Rivera utiliza mensajes sencillos y muy claros, tanto en la lucha anticorrupción como en su pugna contra los soberanismos. Su objetivo es unir a las amplias clases medias constitucionalistas en un empeño común, aún corriendo el riesgo de que sus objetivos puedan crear crispación en el seno los gobiernos catalán y vasco.

El norte centrista.
El peor error que podría cometer Rivera es escorar a su partido demasiado hacia la derecha, incluso situándose a la diestra del propio PP. Si cae en esta tentación, Ciudadanos dejará un amplio ámbito de votantes de centro en manos del PSOE o de los propios populares. El electorado español (y el balear no es una excepción) aprecia las posturas centristas y posibilistas, no las estridencias. Si Rivera es capaz de mantenerse en modo equilibrio, tiene mucho futuro. Si bascula caprichosamente hacia actitudes casi ultras, dejará que otros (el antiguo bipartidismo) se apropien de sus votantes potenciales.