El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, declaró ayer en los juzgados de Ibiza en calidad de investigado por un supuesto delito de prevaricación, tras la demanda de una persona perjudicada en la selección del bolsín de bomberos de la pitiusa menor. Ferrer optó por responsabilizar a sus subordinadas y dijo que él no estaba al corriente de este tipo de procesos de selección sino que la responsabilidad era, en todo caso, de Silvia Tur, actualmente diputada autonómica, y de Sònia Cardona, consellera de su gobierno durante la pasada legislatura y actual consellera de Participació Ciutadana.

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La culpa era del bombero.
Las declaraciones de Ferrer ante la jueza que instruye el caso sólo se pueden interpretar desde un punto de vista de estrategia judicial, ya que hace escasas semanas su gobierno tuvo una posición política muy diferente y llegó a emitir un comunicado de prensa donde se decía que la culpa de todo era del bombero, que quería cobrar sin trabajar. Ahora, en cambio, Ferrer tiene otro discurso y si hubo irregularidades, las cometieron sus conselleras. Una de ellas, por cierto, actualmente es aforada por su condición de diputada autonómica, lo que significa que el tema podría dar el salto al Tribunal Superior de Justicia de Baleares si la jueza decide incluirla en la causa. Es preciso recordar que en primera instancia este asunto ya fue ganado por el bombero y ahora de lo que se trata es de depurar responsabilidades penales, pues el juez entonces vio indicios de criminalidad en las actuaciones del Consell de Formentera, razón por la cual se remitió el expediente a la Fiscalía.

Un despropósito.
Hay que ver cómo se desarrolla esta causa pero políticamente es un auténtico despropósito. Fue un error manifiesto elegir a otros dos candidatos que no reunían los requisitos para ocupar la plaza de bombero, y lo ha sido también el desprecio con el que todo un gobierno insular y públicamente, ha tratado al denunciante al acusarlo de querer cobrar sin trabajar. En este asunto, cómo no, tiene un papel estelar Isidor Torres, polémico gerente del Consell, conocido por sacar pecho tras la contratación del despacho de su cuñado y hermana y el que mueve los hilos en materia laboral en el Consell. Ferrer intenta desmarcarse del asunto y apunta a sus exconselleras. Ya se verá el resultado que le da esta estrategia que no habrá hecho gracias a las aludidas, que probablemente engrosen la lista de investigados.