El Consell d’Eivissa ha solicitado a Formentera que las limitaciones a la entrada de vehículos que quiere imponer la pitiusa menor en 2019 no afecte a los ibicencos. Dice Vicent Torres que las Pitusas son islas hermanas, con una relación estrecha comercial, y recuerda que de la misma forma que no se limita la entrada de coches de Formentera a Ibiza no hay motivos para hacerlo a la inversa. El debate ha comenzado y Torres tiene argumentos de sobras para defenderlos. Desde este mismo espacio de opinión se advirtió que la iniciativa del Consell de Formentera podría crear problemas graves, y parece que va a ser así. ¿Qué pasará si Ibiza limita la llegada de coches de Formentera? ¿Y si después de los vehículos se adopta la misma postura con los barcos? Es un asunto que hay que tratar con mucha prudencia.

Decisión poco meditada.
Da la impresión de que el Consell de Formentera no ha meditado suficientemente las consecuencias de su decisión de limitar la entrada de vehículos en la isla. Han analizado todos los puntos a favor, pero no los que puedan conllevar dificultades. No puede atribuirse toda la responsabilidad al gobierno insular porque la iniciativa tiene el apoyo de todas las formaciones políticas, pero aún están a tiempo a rectificar. ¿Puede haber exenciones con los coches que llegan de Ibiza y que son propiedad de ibicencos? ¿Tendrán todos los ibicencos que presentar sus credenciales cuando lleguen a Formentera con vehículos?

Los problemas.
No parece que vaya a ser nada fácil para el Consell de Formentera aplicar su plan de limitar la presencia de vehículos. Además de los problemas que puede haber con los ibicencos, no hay que olvidar que los procedimientos dificultarán la parte administrativa del plan. Nadie discute que hay que buscar decisiones sostenibles para Formentera, pero lo que no se puede es forzar la legislación europea de libre circulación y, mucho más importante, iniciar un conflicto social con Ibiza. No parece una idea inteligente.