La falta de suelo empieza a ser un problema

Menos suelos, menos viviendas. Se ha demonizado tanto al sector de la construcción que se ha perdido la perspectiva del papel que tienen en nuestra sociedad. El discurso fácil sobre la destrucción del territorio no debe hacernos olvidar la realidad: las personas necesitan casas. Ahora que tantas personas se quejan sobre la falta de viviendas en Ibiza, no estaría de mal reflexionar si hay que disponer de suelo para construir nuevas promociones, dar facilidades para rehabilitar viviendas en núcleos históricos y, en definitiva, ofrecer facilidades a los constructores en suelos habilitados para construir. Porque, en definitiva, el problema vendrá cuando no haya ni vivienda para vender ni vivienda para alquilar. Entonces saltarán las alarmas y todos, sobre todos los políticos, se preguntarán qué hay que hacer. No se trata, ni mucho menos, de destrozar espacios protegidos, ni de cometer atentados ecológicos. Se trata, ni más ni menos, de ejercer la responsabilidad y ser conscientes de que hay que mirar a medio y largo plazo, que las personas necesitan casas para vivir, y que se está agotando el terreno para construirlas. La colaboración entre instituciones y la iniciativa privada es fundamental para lograr los objetivos.

Viviendas para alquilar.Precisamente, lo que haría falta es que las administraciones se pusiesen de acuerdo para hacer pisos de alquiler para residentes. Si el Consell pide que el Estado construya pisos para funcionarios, ¿no sería también coherente que se plantease al Ibavi que impulsase promociones para alquilar? El problema ya está aquí y se percibe poca cintura para resolverlo. Y dentro de un año Vila se queda sin suelo.