EditorialEivissa07/01/16 0:00
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La supresión de la mayoría de los vuelos con la Península de Air Berlín con Son Sant Joan, base de los enlaces de la compañía con los aeropuertos alemanes, supondrá una pérdida estimada de 600.000 pasajeros; el 1,2 por ciento del total del tráfico anual. Las cifras quizá no sean representativas, en buena medida debido a que otras aerolíneas tratarán de ocupar el mercado que ha quedado liberado por la supresión del ‘hub' de Air Berlín, pero no cabe duda que lesionan la expansión de las instalaciones aeroportuarias mallorquinas; en especial durante la temporada baja. Hay que tener en cuenta que este cierre también afecta a Eivissa, con dos vuelos diarios (uno de ida y otro de vuelta) con Palma, que a su vez servía de enlace a las Pitiüses con las ciudades alemanas.

La conectividad es la clave. La eliminación del ‘hub' de Air Berlín es más un golpe psicológico que real, pero no por ello no debe ser tenido en cuenta. La posición estratégica de Mallorca en la principal compañía aérea que opera en su único aeropuerto retrocede, una circunstancia que debe ser objeto de análisis por parte de los gestores de Son Sant Joan, AENA, y del Govern. Cualquier estrategia de desarrollo económico de Mallorca pasa por su aeropuerto, tanto en verano como durante los meses de la temporada baja. Lograr mantener unos flujos constantes de tráfico aéreo precisa, también, de la intervención de la Administración, y en especial de la más comprometida con las Islas, el Govern. La conectividad aérea no puede quedar sometida al capricho de los intereses de las aerolíneas, y lo ocurrido con el ‘hub' de Air Berlín es un aviso a tener en cuenta.

Un mercado abierto. El aéreo es uno de los mercados más abiertos, la toma de decisiones está vinculada a factores muy heterogéneos. Desde la evolución del precio del combustible al súbito cambio de la demanda de destinos como consecuencia de acciones terroristas, un terreno en el que Balears mantiene, por el momento, una posición privilegiada que debería tratar de consolidar. Aunque en este 2016 las previsiones para Son Sant Joan son excelentes, con un considerable adelanto en la apertura de conexiones con Europa, hay que lograr fidelizar este tráfico de cara al futuro. Las próximas oportunidades no sabemos cuándo volverán a darse.