Aves. | Bohdan Chreptak en Pixabay

La cadena Lidl se ha visto envuelta esta semana en una polémica por el pollo que venden, ya que, como señaló este rotativo, el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha anunciado que el 97,9% de las bandejas de pollo analizadas en tiendas de Lidl muestran estrías blancas, una patología que no perjudica la salud humana, pero que sí disminuye su valor nutricional. Así, según informó ‘Público’ en exclusiva, la OBA ha estudiado 6.097 muestras recogidas de 321 puntos de venta distribuidos por las 17 comunidades autónomas, lo que supone el 48% del total de supermercados en España.

Este martes, la plataforma nacional Defensa Animal consideró que la campaña no se está enfocando bien. «La base del problema es usar a los demás animales como recursos. La industria de explotación animal es injustificable e insostenible», ha explicado a la bióloga Rosa Más a Periódico de Ibiza y Formentera. La experta ha apuntado que también podemos hacer un cambio en los hábitos de consumo «para intentar no perjudicar a las demás especies animales».

Rosa Más también ha destacado el informe ‘Alimentos de destrucción masiva’, en el que se habla de la «necesidad» de hacer un cambio de hábitos para generar menos daños medioambientales que provoca la industria de la explotación animal. Alguno de los daños que se describen en el informe son los gases invernadero, extinción de masas, pérdida del ecosistema o que el consumo de carnes rojas crea más muertes que un accidente de tráfico.

Por último, la experta ha desarrollado que el cambio depende de «nuestra voluntad individual» para optar a una dieta sin consumo de animales. «Si, además, elegimos alimentos locales, ecológicos y de temporada, estaremos reduciendo notablemente el impacto que causamos sobre la naturaleza y sus habitantes, tanto humanos como no humanos», ha concluido.