Los microplásticos son el terror del medioambiente, invadiendo ecosistemas como el marino y encontrándose en las tripas de muchos animales. Un último estudio ha observado que su presencia se extiende también a humanos y mascotas, identificando microplásticos en los tejidos de los testículos de todos los hombres y perros de la muestra.
Los investigadores especulan que esta podría ser la causa del declive en el número de espermatozoides que se lleva registrando en las últimas décadas (en torno a un 50% de 1978 a 2018), lo que contribuye, entre otras cosas, al descenso de la natalidad.
La muestra la completaban 23 hombres y 47 perros, cuyos testículos fueron analizados de manera post-mortem. Al disolver sus tejidos, en todos ellos se encontraron fragmentos de microplásticos.
En los testículos humanos, la concentración de restos plásticos era tres veces mayor que en el caso de los perros. El material con más presencia en las muestras obtenidas es el polietileno, seguido de cerca del PVC. Este último tipo de plástico es altamente peligroso e influyente en nuestras vidas, ya que se ha demostrado su capacidad de causar alteraciones hormonales.
Los resultados aportados se suma a otras hipótesis como la que aboga por culpar a los pesticidas de la caída en el conteo de espermatozoides.
La contaminación con microplásticos, sin embargo, no finaliza aquí. Las mujeres también pueden sufrir sus efectos, y es que varios estudios demuestran su presencia en placentas de algunas mujeres embarazadas. También hay datos de actividad plástica en el torrente sanguíneo.
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