Al observar las características de un móvil nos fijamos en las virtudes de la pantalla, en el número de cámaras y en el recorrido de estas, en la batería, en el almacenamiento interno… Por lo general, salvo que se tengan necesidades específicas, no nos detenemos en su resistencia y en sus certificaciones en este sentido, al contrario de lo que ocurre por ejemplo cuando vamos a comprar una pulsera de actividad. No obstante, se trata de un aspecto llamativo, de ahí que expongamos algunos dispositivos que se fundamentan en este rasgo.
Cat, perteneciente al británico Bullitt Group, es una de las marcas especializadas en la vertiente de los smartphones resistentes. En septiembre lanzará en España, a un precio de 249 euros, el Cat S42, que como sus hermanos (el S31, el S52, el S61) se puede limpiar de modo regular con agua caliente, jabón y desinfectante.
Con certificación IP68 en lo referente al agua y al polvo, aguanta sumergido a 1,5 metros de profundidad durante 35 minutos. A su vez, ha superado pruebas dentro del estándar MIL SPEC 810H y resiste caídas de hasta 1,8 metros sobre hormigón. Funciona sin problema en medio de temperaturas extremas y su pantalla HD+ de 5,5 pulgadas, protegida por Corning Gorilla Glass 5, se puede manejar con guantes o con los dedos mojados.
Integra una batería de 4.200 mAh, una cámara trasera (13 MP) y otra frontal (5 MP), se rige por un procesador MediaTek Helio A20 MT 6761D y viene con 3 GB de RAM + 32 GB de almacenamiento interno (ampliables mediante microSD).
De sus parientes antes citados, cabe destacar que el Cat S61 dispone de una cámara de imágenes térmicas, de un sensor de calidad de aire de interior y de medición de distancia por láser.
La china Blackview constituye otro de los fabricantes reseñables en el marco de los denominados móviles todoterreno/rugerizados (rugged smartphones). En su catálogo figuran modelos como el BV5900 y el BV9500 Pro, este segundo con certificación IP68, diseño ‘indestructible' Tri-proof (agua, golpes, polvo) y función walkie-talkie, lo que supone permanecer en contacto aunque no haya señal.
Con batería gigante de 10.000 mAh, carga rápida e inalámbrica, tiene una pantalla de tipo LCD/IPS de 5,7 pulgadas, una cámara trasera y otra frontal y tecnología NFC. Pesa 365 gramos y en España cuesta 359,99 euros.
La también china Doogee ofrece terminales como el S95 Pro, con batería de 5.150 mAh, triple cámara trasera (sistema encabezado por una Sony IMX 582 de 48 MP), pantalla FHD+ de 6,3 pulgadas (con notch), procesador Helio P30 y 8 GB + 128 GB. Unos elementos a los que se añaden las certificaciones IP68 e IP69K, el estándar MIL-STD-810G. Asegura que aguanta hasta 4 horas a tres metros de profundidad así como 1.000 caídas a dos metros de altura.
China vuelve a aparecer en la lista con Ulefone, marca en la que los móviles rugerizados se adscriben a la serie Armor. En su top se encuentra el nuevo Armor 9 (499 euros), con cámara con imagen térmica, endoscopio portátil profesional y certificados IP68 (profundidad máxima de 1,5 metros hasta 30 minutos), IP69K y MIL-STD-810G.
Disponible en una versión de 8 GB de RAM + 128 GB de almacenamiento interno, atrae asimismo por su batería de 6.600 mAh. Luce una pantalla de 6,3 pulgadas (con notch) y un sensor principal (Samsung GW1) de 64 MP.
Más allá de los rugerizados, las surcoreanas LG y Samsung son dos de las compañías ‘convencionales' que han apostado por este tipo de estándares. En el primer caso, dicha línea se refleja en el LG Velvet 5G, recién lanzado en España (699 euros), terminal que ha superado seis tests del estándar militar MIL-STD-810G (alta temperatura, baja temperatura, cambio de temperatura, humedad, vibración e impacto). Cuenta además con la IP68 referente a la resistencia al agua y al polvo.
Por su parte, el grado de protección IP68 ha estado presente en varios Galaxy A y Galaxy S (S10, S10e, S10+) de Samsung, además de en la serie Note.
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