¿Por qué el videojuego ‘Fortnite' está teniendo tanto éxito?
— Primero, hay que dejar claro que ahora hablamos de Fortnite, pero dentro de unos meses será otro. Van cambiando. En cuanto al éxito, hay varios factores. El primero es que se puede jugar en cualquier dispositivo, no hace falta tener una gran consola o un gran ordenador. Después, es gratuito, y hay una publicidad enorme de youtubers. Hay vídeos de gente jugando durante horas con millones de reproducciones. Después, hay mucho merchandising: camisetas, mochilas... Los niños lo piden para estar a la moda. Otros aspectos son sociales: jugar con los amigos, sentirse aceptados...
¿Cómo se identifica un uso problemático de un videojuego?
— Es cuando hay una interferencia con otras esferas de tu vida: familiar, social, laboral... Puede ser desde pequeñas interferencias a una incompatibilidad con todos los aspectos de la vida.
¿Cuál es la línea que separa uso y abuso de un videojuego?
— No está tan clara como parece. Están muy normalizadas algunas cosas que no lo deberían estar tanto. Dicen que todos los jóvenes juegan, y es cierto que un 95 % de los jóvenes menores de 25 años han jugado o juegan en algún momento. De estos, entre un 3 y un 5 por ciento son adictos, con todo lo que eso implica: tolerancia, síndrome de abstinencia, un pensamiento recurrente de jugar... La línea entre uso y abuso no es sólo cuestión del tiempo, también tiene que ver con el autocontrol –si son capaces de dejarlo cuando deben, seguir los límites marcados– y con las cosas que dejan de hacer por jugar al videojuego, incluso comer.
¿Qué problemas genera este tipo de abusos en la familia?
— El que no exista autocontrol supone que los ‘cinco minutos más' se pueden convertir en horas. También está el problema cuando mucha gente pierde la partida y también pierde los nervios. O si alguien utiliza el WiFi de casa, se pone como una fiera porque la velocidad se reduce. Primero empiezan verbalmente a insultar, el siguiente paso es empezar a romper mobiliario y, después, ya vendría la agresión a los padres. Estas reacciones van en escalada, si no se paran a tiempo. Todo esto está sucediendo en la actualidad, en Balears, son casos que estamos atendiendo en Projecte Home. Muchas veces, cuando los padres piden ayuda es porque ya se ha llegado a la violencia. Nos dicen que no les quedan muebles en casa, que sus hijos han roto los cristales o, incluso, las propias consolas.
¿Y si la rompen, le compran otra?
— En muchos casos sí, porque el no hacerlo supone el no vivir, una tortura día y noche por parte del niño.
¿Y qué consecuencias hay a nivel cerebral y de habilidades?
— Hay muchos estudios que alertan de que la sobrestimulación del cerebro genera tolerancia. Estamos hablando de que hay niños de 6 y 7 años que juegan al Fortnite. Es un juego muy visual, muy rápido, tienes que estar siempre alerta. Al principio apabulla, pero si un niño se acostumbra, después necesita esta sobrestimulación porque si no, se aburre. Y si no recibe esa estimulación de un videojuego, puede buscarla en otras sustancias. También se ha demostrado que las nuevas generaciones de niños tienen una falta de empatía tremenda porque pasan muchas horas con juegos violentos. Y después está el problema de que los más pequeños no diferencian la realidad de la ficción, y hablan con normalidad sobre el asesinato a los rivales del día anterior.
¿Qué se puede hacer si la adicción ya ha llegado al punto de la violencia?
— En ese caso, hay que pedir ayuda profesional porque la adicción sustituye una necesidad que el joven tiene, que es un problema más grande. Normalmente, suele tener que ver con temas de gestión emocional.
¿Qué perfil tienen los jóvenes adictos al ‘Fortnite'?
— El perfil que nos llega a Projecte Home es muy joven, desde 8 hasta 14 o 15 años. Hay una amplia mayoría de chicos, pero también nos llegan chicas. El nivel socioeconómico de la familia es medio-alto, y suelen hacer referencia a una falta de presencia parental de calidad. Se sienten solos.
¿Y cómo se puede prevenir?
— Hay que sensibilizar a la sociedad y lanzar el mensaje de que una videoconsola no es algo que no tenga consecuencias si no se utiliza bien. Y se tendría hacer desde que nacen. Lo primero es no regalar tecnología, sino prestarla. Es decir, comprarlo para la casa y dejárselo, así no sentirá que puede hacer lo que quiere. Y después, poner una aplicación de control parental en los smartphones. En cuanto a las consolas, recomendamos colocarlas en habitaciones comunes y negociar el uso. ¿Cuánto tiempo es el adecuado? Pues dependerá de la edad y de la madurez del niño. Pero sea cual sea el tiempo, el menor tiene que cumplirlo por él mismo y, si no lo hace, habrá una consecuencia que ya conoce de antemano. Después, también recomendaría poner un reloj a la vista, para que vea cuanto tiempo le queda, y como siempre, comunicación en la familia.
13 comentarios
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Lo que opino es que no solo lo juegan por moda sino porque quieren pasar un rato, lo malo es que abusan de ello y eso es un problema, y la solución para mi es ofrecerle otros juegos para su edad, o juegos igual de buenos que fortnite. solo es mi opinión nomas
Niños violentos, que rompen cosas, que agreden a sus padres y ellos tienen miedo de sus propios hijos? venga ya..... esto tiene remedio y es muy sencillo, de hecho es un remedio antiguo que a mi a veces hasta me iba bien. Yo de pequeño jugaba con el tente, el exín castillos y otros juegos dinámicos que desarrollaban la imaginación, también jugaba a veces con las maquinitas de cinco duros a matar marcianos o al pin ball, mucho mejores que toda esta mierda tecnológica de ahora.
O sea, titular super alarmista, contenido muy flojito... O sea, de los niños que juegan al ordenador, el 5% son adictos (no poe el simple hecho de jugar). De estos se habla de niños de 6/7 años... Fornite no está permitido para niños de esa edad, por lo tanto... Ya es una gran inprudencia. Es un juego recomendado a partir de los 13 años... que es incluso justo, no deberían jugar hasta los 14. Por lo tanto... porque niños de 6/7 años juegan? porque los padres se lo permiten. Hay juegos para niños de 6/7 años, y a esos hay que limitarse.
Me preocupan más los padres (y madres) que viven empanaos mirando la tele, la tablet o el móvil, desde que llegan del trabajo hasta que duermen. Esos que ni miran a los ojos a sus hijos cuando necesitan escucharles. Esos que echan la culpa del malestar de sus hijos a la tele y a los videojuegos. Esos que mandan a sus hijos al psicólogo (o a los abuelos, para que les echen una "manita"), pero padres tan buenazos que jamás pisan la consulta de un psicólogo (y si lo hacen, lo harán a desgana) para ver que tienen un problema: son padres y madres totalmente ausentes, evadiendo su parte de responsabilidad. El artículo está lleno de clichés.
Ahora se ha puesto de mueda Fornite... entre los psicólogos, pseudo psicólogos y conferencistas ! es un gran juego, animo a los padres a probarlo. Además, al ser partidas que empiezan y acaban en minutos ( no como otros juegos de rol tipo World of Warcraft o similares) su peligrosidad es mínima.
Mis hijos hacen sus tareas en casa, sus deberes, cumplen, no les puedo prohibir que jueguen!! Alguien se ha sentado con sus hijos a conocer Fornite??, yo si, no es tan malo como lo pintan, yo tambien jugaba a matar ( indios y vaqueros, polis y malos), El problema son los padres que se desentienden de lo que hacen los hijos, es más fácil. Con control no hay descontrol.
La diferencia entre los que jugaron a la Sega y demás y los niños que juegan ahora con videojuegos está muy clara, menos para el que no la quiere ver, en aquellos momentos padres y madres eran, por lo general, bastante más responsables que muchos de los padres y madres de ahora, existia mucho más control sobre lo que hacían y dejaban de hacer los hijos, no existía la facilidad de ahora para acceder a ellos, o te compraban la consola de turno o ibas a casa del amigo o directamente no jugabas, no había tablets, no había moviles, no había pc, ahora el acceso a los videojuegos es muy amplio y gratuito en muchos casos, y sobre todo está la cuestión de la educación y la atención que les debemos prestar a nuestros hijos, que en algunas, muchas, familias a empeorado notablemente, padre y madre trabajadores que no tienen mucho tiempo para compartir con sus hijos, que no pueden conciliar la vida laboral y familiar, eso es un nicho perfecto para los "aparcaderos" de hijos, fornite es sólo uno.
Madre mía, va a ser peor jugar a la consola que ser un traficante de armas. Está claro que si un niño juega 10 horas al día a la consola tiene un problema, pero no sé si más o menos grave que si jugase 10 horas a las canicas. Yo recuerdo jugar hace 20 años horas y horas al Doom matando todo bicho que saliera, y, de momento, no he cometido ningún homicidio
Llevo una vida jugando a videojuegos, como todos los ocios todo depende del uso. El abuso del Fornite no es ni la mitad de peligroso que el abuso del móvil y no veo ningún artículo satanizando los teléfonos y su abuso. El problema como siempre es la ausencia de educación porque regañar o castigar a un niño lo trauma y está mal visto. Yo crecí en los 80 me han castigado, me he llevado alguna merecida castaña y bien agradecido a mis padres. Pero claro, eso es mas dificil de solucionar que culpar a otro por nuestra desidia.
Llevan toda la vida demonizando los videojuegos, ordenadores y las nuevas tecnologías. Como bien dice @Flash aquí abajo, muchos crecimos en la época en la que se empezaba a tener consolas o pc's en casa. Fuímos muchos los que aparcamos la bici para siempre y nuestro entretenimiento cambió a los videojuegos, ya se veía con muy malos ojos que un niño jugara con "eso" como lo llamaban. El problema no es el juego en cuestión, el problema es la educación en casa. Como bien dice @Flash prefiero a mi hijo jugando a Fornite un par de horas a que encienda la tv y ponga Tele5 por ejemplo.