También ha descubierto que la mala calidad del sueño se asocia con un aumento del 44% en la enfermedad coronaria. | C_Scott (Pixabay)

Un gran estudio dirigido por la Universidad de Keele, en el sur del Reino Unido, ha revelado que dormir más de ocho horas está vinculado a una mayor mortalidad y riesgo cardiovascular que aquellas que duermen menos de siete horas. De hecho, apunta a que una duración del sueño de diez horas está relacionada con un 30% más de riesgo de morir en comparación con dormir durante siete horas.

El estudio, publicado en el Journal of the American Heart Association, examinó el vínculo entre el sueño y la enfermedad cardiovascular y la mortalidad en más de tres millones de participantes. La investigación encontró que una duración del sueño de diez horas se relaciona concretamente con un aumento del 56% en el riesgo de mortalidad por accidente cerebrovascular y del 49% en el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular.

Los investigadores de la Universidad de Keele, junto con colegas de la Universidad de Manchester, la Universidad de Leeds y la Universidad de East Anglia, revisaron 74 estudios que analizaron la mortalidad y los resultados cardiovasculares por autoinformación sobre la duración del sueño y la calidad del sueño.

Con toda esa información también ha descubierto que la mala calidad del sueño se asocia con un aumento del 44% en la enfermedad coronaria.

El investigador principal, el doctor Chun Shing Kwok, quien trabaja con el Profesor Mamas Mamas en el Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Keele, explica: «Nuestro estudio tiene un importante impacto en la salud pública porque demuestra que el sueño excesivo es un marcador de riesgo cardiovascular elevado».

A su juicio, estos hallazgos «tienen implicaciones importantes ya que los médicos deben prestar más atención en las consultas a la duración del sueño de los pacientes y su calidad. Si se encuentran patrones de sueño excesivos, particularmente duraciones prolongadas de ocho horas o más, los médicos deberían considerar detectar factores de riesgo cardiovascular adversos y apnea obstructiva del sueño».

El análisis sugiere que los patrones de sueño excesivos son un marcador de mayor riesgo cardiovascular. Los resultados muestran que dormir más de la duración recomendada de siete u ocho horas puede estar asociado con un grado moderado de daño, en comparación con aquellos que duermen por períodos más cortos.

En este sentido, el doctor Kwok coincide en que «el mensaje importante es que el sueño anormal es una marcador de riesgo cardiovascular elevado y se debe tener mayor consideración al explorar tanto la duración como la calidad del sueño durante las consultas con los pacientes».

Este experto explica que la cantidad y calidad de nuestro sueño «es compleja» y sobre ella existen influencias culturales, sociales, psicológicas, conductuales, fisiopatológicas y ambientales, «como la necesidad de cuidar a niños o familiares, patrones irregulares de turnos de trabajo, enfermedades físicas o mentales y la disponibilidad de productos las 24 horas en la sociedad moderna».

Por ello, decidieron investigar la influencia de estos factores en los patrones de sueño y para saber «si es más dañino dormir más o menos de la duración recomendada de sueño de siete a ocho horas».