Una mesa decorada de Navidad. | Rita from Pixabay

La Navidad está a la vuelta de la esquina, aunque su esencia ya se puede notar desde hace semanas con los adornos en las calles, comercios o en las casas. Aunque esta época suele estar relacionada con la felicidad y la armonía en familia, no siempre es así, puesto que en muchas ocasiones se generan discusiones durante las comidas.

Un estudio de la Universidad de Harvard apunta que las reuniones familiares en Navidad ayudan a intensificar más las emociones y reavivar conflictos. La convivencia durante este tiempo, las expectativas de armonía y el consumo de alcohol pueden acabar influenciando y que las opiniones comiencen a chocar, por lo que se desencadenen las discusiones.

Otro de los factores que desencadenan estas situaciones son el estrés de los preparativos, la presión por cumplir y la gestión de las dinámicas que se tomen. Asimismo, sobrecargarse de asuntos e intentar satisfacer a todos influye en que posteriormente haya discusiones.

Los expertos en sociología y psicología recomiendan que para mitigar estas situaciones se establezcan límites en cuanto a las expectativas que tengamos. Comunicarse y ser empáticos pueden ayudar a que se reduzcan estos conflictos.