Un hombre sufriendo por tener piedras en el riñón. | Freepik

Las piedras en el riñón, también conocidas como cálculos renales o litiasis renal, son formaciones sólidas que se desarrollan en los riñones. Si bien la mayoría de estas piedras pueden ser expulsadas naturalmente sin intervención médica, en algunas ocasiones el cuerpo no logra eliminarlas, lo que puede llevar a la obstrucción de las vías urinarias. Esto bloquea el flujo de orina y provoca molestias significativas. Existen diferentes tipos de cálculos renales, siendo los más comunes los de oxalato cálcico, que se forman debido a una sobresaturación de este compuesto, resultando en residuos cristalizados.

La formación de estas acumulaciones de minerales y sales puede deberse a diversas causas, aunque es más común durante el verano. Las altas temperaturas incrementan el riesgo de desarrollar piedras en el riñón principalmente por la deshidratación; si las personas sudan más y no consumen suficiente líquido, la orina se concentra, lo que favorece la formación de cálculos. Además, durante las vacaciones, los cambios en la dieta, incluyendo un mayor consumo de alimentos ricos en oxalatos y sodio, pueden incrementar el riesgo.

Según los especialistas, la alimentación desempeña un papel crucial en la formación de cálculos renales. Para quienes ya han tenido piedras, el riesgo de recurrencia aumenta con una dieta alta en proteínas, sodio y azúcar. Sin embargo, también existen factores genéticos y ciertas condiciones médicas que predisponen a esta afección, como el hiperparatiroidismo, la gota y las enfermedades inflamatorias del intestino. Asimismo, las infecciones urinarias pueden contribuir a la formación de algunos tipos de cálculos.

Los síntomas de los cálculos renales son fáciles de reconocer. El dolor, que puede variar en intensidad y localización, generalmente se presenta en la parte baja de la espalda y el costado, y puede irradiarse hacia el abdomen y la ingle. Este dolor, conocido como cólico renal, se considera uno de los más intensos. Otros síntomas incluyen dolor al orinar, cambios en el color de la orina, náuseas, vómitos y fiebre con escalofríos, especialmente si se produce una infección.

En España, se estima que alrededor del 10% de la población experimentará piedras renales al menos una vez en su vida, siendo más frecuente en personas de entre 30 y 50 años. Además, los hombres son más propensos a desarrollar esta condición en comparación con las mujeres. Para reducir el riesgo de formación de cálculos, los médicos recomiendan beber entre dos y tres litros de agua al día, disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados y mantener un peso saludable.