La canela, esa especia cálida y aromática omnipresente en la repostería y bebidas de todo el mundo, no solo deleita el paladar, sino que también incide en la salud renal de maneras que podrían sorprender a muchos. Este artículo desvela la dualidad de la canela: por un lado, sus beneficios moderados para los riñones, y por otro, los riesgos que implica su consumo excesivo. Los riñones, guardianes de la filtración sanguínea y equilibrio de líquidos del cuerpo, pueden experimentar ciertos beneficios gracias al consumo moderado de té de canela. Esta especia, junto a otras como el cardamomo, la cúrcuma, el jengibre y el ajo en polvo, se destaca por sus propiedades que pueden favorecer a los riñones, especialmente en casos leves.
La canela, baja en sodio, emerge como una opción saludable para sazonar sin comprometer la salud renal. Una alimentación reducida en sodio es crucial para prevenir complicaciones renales y la canela se ajusta perfectamente a este requerimiento. Además, consumirla en porciones moderadas podría tener efectos antiinflamatorios, mejorar síntomas menstruales y promover niveles saludables de colesterol. No obstante, la canela también porta un lado menos conocido: sus contraindicaciones y efectos secundarios potenciales, especialmente cuando se consume en exceso. Uno de los componentes de la canela, la cumarina, ha sido señalado por su capacidad de causar daño hepático si se ingiere en grandes cantidades.
Dicha sustancia también ha mostrado en estudios con animales un potencial riesgo de inducir cáncer en órganos como los pulmones, hígado y riñones. La inhalación accidental de canela en polvo puede ocasionar problemas respiratorios severos, dado que sus partículas pueden llegar a los pulmones y provocar daños permanentes. Estos riesgos subrayan la importancia de moderar el consumo de canela y estar atentos a las cantidades ingeridas. La recomendación general es no superar los 0,1 miligramos de cumarina por kilo de peso corporal al día, lo que se traduce en menos de una cucharada de canela diaria para un adulto promedio.
La canela, esa especia venerada por su sabor y aroma, lleva consigo una complejidad que va más allá de la cocina. Su impacto en los riñones refleja una doble faceta: por un lado, tiene el potencial de ofrecer beneficios leves a estos órganos vitales, pero por otro, exige cautela y moderación para evitar efectos adversos. Como en tantos aspectos de la salud y la nutrición, la clave está en el equilibrio y la moderación, elementos esenciales para disfrutar de las bondades de la canela sin incurrir en riesgos innecesarios.
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