Imagen de archivo de vivienda en Ibiza. | Arguiñe Escandón

Airbnb ha roto su silencio y se ha pronunciado sobre las restricciones regulatorias sobre los alquileres de corto plazo que el Gobierno está llevando a cabo «de manera apresurada». Según explican en el comunicado, «podrían resultar en altos costes para las familias y dañar el desarrollo de áreas rurales, el pequeño comercio y la economía española en general sin solucionar los desafíos de la vivienda y el turismo de masas, según muestra un nuevo informe de Oxford Economics (OE). Este estudio, revelado por Airbnb, muestra que las viviendas de uso turístico contribuyen con el 2 % del PIB en España y la actividad que generan respalda 400.000 empleos en todo el país».

Airbnb reclama que «las normativas en España, tanto a nivel nacional como de las CCAA, sean efectivas, estén basadas en datos y sean proporcionales. Un modelo que deje de señalar a esta actividad como el chivo expiatorio de los grandes desafíos de la vivienda y permita a las familias y áreas rurales beneficiarse del turismo, mientras se abordan de manera efectiva los problemas donde sea necesario».

La plataforma de alquiler reconoce que «algunas ciudades y destinos en España», sin especificar cuáles, «tienen en el turismo de masas y en la concentración de la actividad turística un enorme desafío y se alinea con los gobiernos en la intención de aliviar la crisis de vivienda». Sin embargo, aseguran que «las autoridades han centrado sus normativas en limitar los alquileres de corta duración sin tener en cuenta consideraciones importantes, como la ubicación (rural o urbana) o el tipo de actividad (ocasional o dedicada). Esto se ha traducido en prohibiciones generales en algunas ciudades, regulaciones regionales restrictivas amplias o una burocracia excesiva que está expulsando a quienes realizan esta actividad de manera ocasional, principalmente familias, sin resolver ninguno de los problemas». En este punto es preciso recordar que el alquiler de todo tipo de pisos y habitaciones está prohibido en Ibzia, pero aún así son miles los anuncios que se pueden encontrar de pisos y habitaciones para turistas en Airbnb, además de todo tipo de infraviviendas, como tipis o incluso una chabola en un campamento chabolista.

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El modelo de regulación que Airbnb propone se basa en cuatro principios regulatorios. En primer lugar, la plataforma aboga por la distinción clara entre las actividades empresariales a través de alquileres turísticos dedicados únicamente al alquiler de corta duración y el hospedaje ocasional en los hogares de las familias.

Para la compañía, es importante también un sistema de registro único, armonizado, gratuito y en línea; según la normativa de la Unión Europea, unido a unas reglas basadas en evidencias y datos, proporcionadas, no discriminatorias y justificadas.

Por último, el cuarto principio se basa en regulaciones adaptadas a las necesidades de áreas menos frecuentadas y conocidas, típicamente rurales, en contraste con la complejidad de los ámbitos urbanos, y que promueven la dispersión de los viajes por toda España.