En concreto, los sindicatos han mostrado la preocupación que ha generado a los trabajadores y a las empresas de pesca la vertiginosa subida del precio del combustible pesquero, tras la invasión bélica de Rusia a Ucrania, y el problema añadido del bloqueo que sufre la distribución de la pesca en los puertos por el paro de los transportes.
CCOO y UGT han recordado que el precio del combustible se lleva la mitad de los gastos de explotación, y por lo tanto, arrastra los salarios de los trabajadores retribuidos 'A la Parte', al incluirse los gastos del combustible en gastos generales que se restan de los ingresos de la pesca antes de su reparto entre armadores y pescadores.
Los tripulantes liquidan la marea con el salario mínimo, porque la parte variable que se establece en función de la venta no la cobran después de estar trabajando en la mar durante días, han explicado.
Tras analizar la situación, los sindicatos han coincidido en que la prioridad en esta crisis, con la subida del precio del gasoil al sector pesquero, requiere contar con una respuesta coordinada en el ámbito de la Unión Europea.
El objetivo prioritario para los representantes de los trabajadores es mantener la actividad, y para ello, consideran que en la reunión de ministros del ramo de este lunes en Bruselas, la UE debe activar medidas desde el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca (FEMP) aplicando la regla +3 (prórroga de tres años), y desarrollar en el nuevo Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y Acuicultura (FEMPA) el artículo 26, que permite que en situaciones excepcionales, como las que atraviesa ahora el sector, se adopten medidas que permitan compensar los incrementos de los costes de producción y la pérdida de salarios de trabajadores.
Por otro lado y en el caso de que el impacto de la subida de los costes no pudiera equilibrar la rentabilidad económica y fuera necesario cesar la actividad en algunos segmentos de la flota, exigen al Gobierno que active el mecanismo RED pactado en la reforma laboral.
CCOO y UGT consideran que la actividad pesquera está sufriendo grandes recortes en su rentabilidad por el impacto de la guerra y esta situación puede llevar a precipitar de decisiones de despidos y cierre de empresas.
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