Según ha informado CCOO este martes en nota de prensa, el Comité de Seguridad y Salud, órgano legalmente previsto en que la empresa ha de informar y dar participación a representantes de los trabajadores, donde además deben discutirse, antes que se implanten, las decisiones para evitar riesgos y daños a la salud de las más de 1.100 personas empleadas en el servicio público postal en las Islas, se constituyó en Baleares el día 18 de diciembre.
Esta medida, ha recordado, era una demanda reiterada por ambos sindicatos, ante la gestión de Correos en materia preventiva frente a la pandemia del coronavirus, la cual han calificado de «deficiente» debido a que la enfermedad, han aseverado, ha llegado a afectar a casi 10.000 trabajadores de la plantilla en el conjunto del Estado, sumando cifras de contagios acreditados y posibles, y aquellos que han tenido que guardar cuarentena.
En esta línea, CCOO ha alertado que «el riesgo de infección se ha visto incrementado en las últimas semanas, ante el aumento de carga de trabajo que suponen los millones de paquetes que se mueven en estas fechas por el comercio electrónico».
Ante este hecho, ha reconocido que Correos ha reforzado plantillas e incrementando los horarios de reparto y atención en las oficinas, pero, ha lamentado, no ha estimado implantar ninguna de las medidas preventivas propuestas por los sindicatos para prevenir contagios.
Por ello, CCOO y UGT han considerado un logro el hecho de que se haya constituido este Comité de Seguridad y Salud en Baleares, y han manifestado su esperanza de que a través de él se puedan implantar mayores medidas preventivas frente al coronavirus que «eviten que Correos siga ocultando datos de COVID, que en esta provincia alcanzan la cifra de 13 contagios y un total de casos acumulados de 208».
Sin embargo, ambas organizaciones sindicales han lamentado que la puesta en funcionamiento de esta medida «se tenga que hacer con meses de retraso, y solamente porque la empresa se haya visto obligada».
Asimismo, han lamentado que la empresa tampoco haya estimado las propuestas presentadas sobre medidas organizativas, que eviten que el incremento de trabajo repercuta negativamente en la salud y seguridad de la plantilla, «que se ve desbordada y con el servicio al borde del colapso en los centros de reparto y clasificación, y con las oficinas saturadas, siendo normal ver enormes colas de espera en las calles».
«El descontento con la gestión de Juan Manuel Serrano al frente de Correos es un clamor dentro de la empresa pública, y además se está extendiendo a los vecinos y ayuntamientos de pequeñas localidades, donde en el afán de recortar gastos, se están suprimiendo puestos y recortando el servicio público postal, tanto en Baleares como en el conjunto del Estado», ha concluido CCOO.
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