Durante el confinamiento todas aquellas personas que no hacían un trabajo esencial se vieron en casa de la noche a la mañana, con los coches aparcados fuera y la vida congelada por un instante que acabó durando toda la primavera.
ERTES, disminución de facturación para los autónomos y todo lo que conllevaba la parálisis de la actividad del país, provocó que muchas familias se vieran (y se vean todavía ahora) con problemas económicos no pudiendo hacer frente a los gastos fijos habituales. Por fortuna, algunas compañías decidieron adaptarse a la situación de sus clientes, habilitando nuevas fórmulas como en el caso del seguro de coche de pago por meses para que fuese algo más sencillo.
En este sentido, muchos vehículos que estuvieron parados durante esta primavera tuvieron que visitar al taller en cuanto se pusieron en marcha de nuevo: cambios de baterías, luces que se desajustan o la consabida visita a la ITV quien no había podido hacerla y que muchos conductores coinciden en que ha sido más exigente que en otros años.
El seguro de coche, mucho más que un servicio
Contar con un seguro que sume y no que se perciba como un lastre o una suerte de burocracia infinita siempre supone un punto positivo, sobre todo también si la comunicación es fluida y los trámites son ágiles y sencillos a realizar.
Internet ha ayudado mucho en este sentido, ya que, a golpe de clic se puede contratar aquello que andamos buscando, sin tener que depender de horarios comerciales y desde cualquier lugar, solo con conexión a internet tras haber comparado en el mercado la solución que más se adapta a nuestra circunstancia concreta sin movernos del sofá.
Por su parte, los simuladores que se ofrecen para calcular el coste de la póliza son muy sencillos y fáciles de usar, debiendo cumplimentar solo un formulario con datos del vehículo así como datos de la persona que lo conducirá habitualmente (edad, tiempo de carné, etc.) y, al instante, se podrá obtener la cifra a pagar. En el caso de estar de acuerdo, siempre se puede hacer la contratación por esa misma vía o programar una llamada.
Asimismo, además de dar facilidades en el pago, las aseguradoras en el confinamiento tuvieron también una deferencia hacia sus usuarios sabiendo que durante la primavera los riesgos de accidentes eran bastante menores, al haber estado la mayor parte del tiempo el vehículo estacionado o con una movilidad bastante menor a la habitual e interactuando con menos tráfico de lo normal.
En el caso de Línea Directa se decidió apostar por los autónomos que podían aplazar el pago hasta tres meses y con la misma idea nacía el pago mensual, impulsando su comunicación a través del refuerzo de todos los canales digitales.
El pago mensual, además, facilita y organiza mucho más la economía doméstica al poder tener más margen de maniobra al ser un pago recurrente e inferior, ya que la cuota puede ser de 14 euros, una cantidad bastante pequeña que repercute mínimamente en el día a día de las familias.