Este miércoles, el gabinete del jefe del Ejecutivo llamó al equipo de Torra para proponerle constituir la mesa el lunes 24 de febrero, por considerar que era prácticamente el único día disponible para Sánchez antes de que terminara el mes, ya que este jueves inicia una cumbre europea que se espera maratoniana y la semana que viene, entre el martes y el jueves, hay Pleno en el Congreso y la presencia de Sánchez en las votaciones y la sesión de control del miércoles es obligada.
Torra reaccionó airado a la propuesta de Sánchez, por considerarla una imposición más que una propuesta, y este jueves remitía una carta rechazando la fecha del 24 de febrero y ofreciendo como alternativas los días 21, 23, 26, 27 y 28.
El president justifica no estar disponible el 24 por motivos de índole personal y de su agenda privada que el gabinete de Sánchez, sostiene en esa misiva, conocía antes de anunciar la fecha del 24.
Sánchez ha respondido a Torra con otra carta, aceptando la opción de constituir la mesa en una reunión presidida por los dos jefes del ejecutivo español y catalán el día 26. «Los equipos, como usted sabe, han estado en comunicación permanente, de modo que nos parece perfecto poder convocar la primera sesión de la Mesa de Diálogo el próximo miércoles 26 de febrero por la tarde, en el Palacio de la Moncloa», concede Sánchez en su carta.
El presidente reafirma en ese texto la «voluntad sincera» del Gobierno de España de «dialogar y acordar». «El Gobierno de España propone recomenzar, retomar nuestro diálogo en el momento en que los caminos se separaron y las razones y los argumentos dejaron de escucharse. Ese Diálogo para el Reencuentro es lo que millones de catalanes y españoles están esperando», desarrolla.
Más allá de los intercambios en las propuestas de fechas, en Moncloa se percibe como un avance el hecho de que el obstáculo para concretar el inicio de los trabajos de la mesa se haya centrado en la fecha en lugar de la figura del mediador que exigía Junts, no así el Gobierno de Sánchez ni ERC.
No obstante, Torra en su carta ha avanzado que expondrá a Sánchez en la primera reunión de la mesa que para la resolución del conflicto político es necesario el reconocimiento y ejercicio del derecho de autodeterminación de Cataluña y el «fin de la represión», la amnistía y reparación. Y ha enumerado además lo que cree que son las condiciones favorables para la negociación: un calendario de trabajo, un sistema de validación y propuesta de mediación internacional, y el reconocimiento de todas las partes en el conflicto: «Incluyendo la prisión y el exilio».
COMPOSICIÓN DE LA MESA
A falta de que se confirme la composición de esa mesa, con delegaciones que han de ser paritarias entre sí, se sabe que por parte catalana estará el vicepresidente del Govern, Pere Aragonés. Por la parte española, se da por hecho la participación de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, para que pueda presidir la delegación en ausencia de Sánchez, mientras que Unidas Podemos ha confirmado la participación del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y el titular de Universidades y único miembro de los Comunes en el Ejecutivo, Manuel Castells.
No se descarta, pero está pendiente de confirmar, la integración en la delegación del Gobierno de los titulares de Política Territorial, Carolina Darias, y Sanidad, Salvador Illa (PSC). El compromiso de constituir la mesa pactada entre el PSOE y ERC en su acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez, fue asumido por el jefe del Ejecutivo español en su reciente visita a Barcelona a primeros de mes para reunirse con el president Torra.
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