Una de cada tres empleadas del hogar está en situación de pobreza, según un estudio. | PIXABAY - Archivo

Un 34,3% de las empleadas del hogar en España, un colectivo formado por más de 630.000 personas en su mayoría mujeres, vive en hogares pobres y llega a fin de mes con muchas dificultades, según concluye un estudio elaborado por Oxfam Intermón en colaboración con el Laboratorio de Derecho Social del Instituto Universitario Estudios de Género de la Universidad Carlos III.

El informe, que analiza la situación de las empleadas del hogar en base a varios datos económicos y a una encuesta realizada a 205 mujeres de toda España, pone de manifiesto la precariedad y pobreza laboral del colectivo, al tiempo que avisa de la necesidad de poner en marcha medidas para combatirla. «Los resultados son muy indicativos de la necesidad de tomar medidas que superen las condiciones de precariedad», ha dicho el director de Campañas y Ciudadanía en Oxfam Intermón, Enrique Maruri.

Según los datos del estudio, hay más de 630.000 personas dedicadas al empleo del hogar --lo que supone el 4% de la población activa-- y la mayoría son mujeres extranjeras: un 57% de las empleadas del hogar ha nacido fuera de España.

Según concluye el informe, uno de cada tres hogares dependiente de este tipo de trabajo llega a fin de mes con dificultad o mucha dificultad; el 5,4% ha sufrido algún retraso en los 12 meses anteriores en el pago del alquiler o hipoteca, una incidencia que multiplica por 2,13 veces en el resto de población asalariada. Además, más de uno de cada dos de estos hogares declaran que no pueden afrontar gastos imprevistos.

Ante este escenario, durante la presentación de la investigación los responsables del análisis han recalcado que se trata de un sector «infravalorado» cuyas trabajadoras sufren «en mucha mayor medida que el resto» de los trabajadores las consecuencias de la informalidad o la precariedad.

COTIZACIONES A LA SEGURIDAD SOCIAL

El número de personas dedicadas al trabajo del hogar ha aumentado ligeramente, sin embargo, el número de las que están registradas a la Seguridad Social ha disminuido, según devela el informe. «Se genera empleo de menor calidad y se aumenta la brecha entre las que cotizan y las que no cotizan», asevera la especialista en política laboral de Oxfam Intermón, Liliana Marcos.

Según los datos incluidos en el estudio de Oxfam Intermón, un total de 163.925 personas trabajadoras del hogar a día de hoy no están registradas en la Seguridad Social. Así pues, aproximadamente un 25% de ellas no cotiza ninguna de las horas trabajadas y, además, «muchas» no cotizan por todas las horas trabajadas.

Concretamente, de las 205 empleadas encuestadas para elaborar el informe, el 43,4% (89 personas) no cotizaba ninguna hora al mes, y 18 personas contestaron que cotizaba todo su trabajo. Ante este escenario, los responsables del estudio aseguran que este trabajo, de estar legalmente remunerado, equivaldría al 2,8% del PIB.

ELEVADA TEMPORALIDAD Y CONTRATOS PARCIALES

Respecto a la temporalidad del sector, los datos indican que uno de cada tres contratos es temporal y el contrato temporal medio dura 70 meses. Según ha explicado el investigador de la UC3M Luis Gómez, la consecuencia principal de esto es la «altísima» rotación que existe en este colectivo.

La tasa de parcialidad (contratos a tiempo parcial) del conjunto de mercado laboral ronda el 15%, pero en este trabajo es «casi cuatro veces superior», ya que alcanza el 62,2%, según señala el informe. Así, las tasas de parcialidad no deseada (involuntaria) es entre 12 y 15 puntos superior que en el resto de empleos.

Asimismo, el estudio pone de manifiesto que las empleadas del hogar hacen una media semanal de horas efectivas de trabajo de 60,92 horas; de las que el 16,5% trabaja más de 70 horas y un 4,5% supera las 90 horas a la semana. Además, hay aproximadamente 6.000 mujeres mayores de 65 años que viven solas y que necesitan trabajar limpiando o cocinando en otras casas.

Durante la presentación de informe, se ha puesto de manifiesto que esto supone un incumplimiento «flagrante» de la legalidad a la que el Estatuto de los Trabajadores obliga a que es descanso sea de 12 horas entre jornada y jornada. «Es matemáticamente imposible si se trabajan 90 horas semanales», ha afirmado Marcos.

Asimismo, los responsables del estudio han manifestado las empleadas del hogar se ausentan del puesto de trabajo por enfermedad o accidente en «la mitad» que en el resto de trabajos. «No pueden permitirse por la informalidad o los bajos salarios ausentarse de sus trabajo por cuestiones de salud como sí puede un trabajador normal», ha dicho Gómez.

«CUIDAMOS, PERO NADIE NOS CUIDA»

«Nosotras cuidamos, pero a nosotras nadie nos cuida», lamenta la miembro del colectivo Territorio Doméstico de trabajadoras del hogar, Rafaela Pimentel, que recalca que «mucha gente» puede ir a trabajar gracias a que ellas se dedican a los cuidados del hogar.

«Si no hiciéramos ese trabajo realmente la sociedad no funcionaría --ha agregado-- Es un sector que siempre ha estado invisibilizado y no se ha tenido en cuenta ni ha sido reconocido públicamente», subraya Pimentel. La trabajadora conocer varios casos que evidencian la precariedad del colectivo, como que hay empleadas que con 70 años siguen trabajando porque no tienen pensión, o migrantes sin papeles.

También exige políticas públicas que acaben con este régimen de «semiesclavitud», al tiempo que denuncia el «vacío» que existe porque estas trabajadoras ni tienen derecho a paro, ni permisos en caso de enfermedad, para cuidados para familiares dependientes, o embarazos. «No tenemos compensaciones económicas que nos amparen», incide.

Pimentel avisa de la «desprotección» de las empleadas domésticas y reclama que sean incluidas en el Régimen General, frente al Sistema Especial para Empleados de Hogar impulsado en 2011, así como la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos con el fin de respetar, proteger y cumplir sus derechos.