Todos ellos también fueron unánimes al destacar que la jornada se desarrolló con normalidad, sin incidentes y con el cumplimiento de los servicios mínimos, a pesar de que los sindicatos los consideraron «abusivos».
El colectivo de 6.150 estibadores estaba llamado a parar todas las horas impares entre las 8.00 horas de este lunes y hasta las 8.00 horas del martes.
El masivo seguimiento de la huelga provocó que los mayores puertos del país, el de Bahía de Algeciras (Cádiz) y de Valencia, estuvieran prácticamente paralizados. En el tercer puerto por dimensión, el de Barcelona, el paro apenas tuvo incidencia por coincidir con una jornada festiva en la capital.
Así, Puertos del Estado indicó que el seguimiento de los paros fue «prácticamente total» en toda la red de puertos, salvo en el de Cartagena, donde no se había secundado.
En el capítulo de incidentes, sólo detalló dos, uno en el puerto de Motrril (Granada), donde no se cumplieron los servicios mínimos en un buque que cubría la línea con Tánger, y otro en el puerto de Ferrol, donde, según Puertos del Estado, los estibadores impidieron la operativa de un buque.
No obstante, el ente que gestiona la red de puertos indicó que las navieras y los gestores de terminales portuarias habían «reducido al mínimo» los trabajos programados para la jornada de este lunes.
En este sentido, indicó que la firma internacional APMT Terminal no había previsto operativa alguna ni en sus instalaciones de Algeciras ni en las de Barcelona.
De su lado, Antolín Goya, dirigente de Coordinadora de Trabajadores del Mar, principal sindicato de la estiba, destacó que el paro estaba siendo «absoluto» y la «normalidad» con que transcurrió la jornada.
No obstante, tachó de «abusivos» los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Fomento, que además algún puerto había intentado incrementar, y anunció su intención de recurrirlos.
Goya reconoció la «molestia» que suponen los paros, incluso para los propios estibadores, y «lamentó» que el colectivo, tras cuatro meses de conflicto, haya tenido que llegar a la movilización, «tras los innumerables esfuerzos realizados durante todo el proceso de reforma del sector, desconvocando todos los paros anteriores y buscando un marco de negociación».
El dirigente sindical de la estiba señaló al Gobierno como «culpable» de la situación, al considerar que el texto de la reforma ha posibilitado «que las empresas estén en una situación de privilegio, predominio y fortaleza de cara a la negociación con los trabajadores y que estén boicoteando y bloqueando la posibilidad de llegar a un acuerdo».
A pesar de todo ello, Goya manifestó su confianza en que se pueda retomar la negociación con la patronal, a pesar de que no han mantenido contacto alguno desde que el pasado jueves, 1 de junio, se rompiera la negociación y se convocaron los paros.
«Los estibadores portuarios están en posición de afrontar cualquier tipo de negociación para garantizar el futuro de los trabajadores y mejorar las condiciones del sector», indicó Goya en rueda de prensa en Tenerife.
En este sentido, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, tras reconocer el amplio seguimiento del paro, «instó» de nuevo a sindicatos y patronal de la estiba a que se reúnan. «Ahora están negociando el convenio colectivo y se tienen que sentar las dos partes», indicó para excluir al Gobierno de las conversaciones.
El ministro recordó que, por lo que al Gobierno respecta, ya puso a disposición de las partes el Real Decreto que acompaña al Decreto Ley de reforma del sector, «que cuenta con los instrumentos necesarios para alcanzar este acuerdo», aseguró.
No obstante, en caso de que la negociación no se reanude antes, los estibadores están llamados a nuevos paros, también en horas impares, este miércoles, día 7 y el viernes 9, además de varios días de las dos próximas semanas, todos ellos convocados por Coordinadora y el resto de sindicatos del gremio (UGT, CC.OO., CIG y CGT).
Con la convocatoria, denuncian el cambio de actitud de la patronal Anesco en la negociación que mantenían sobre el nuevo convenio tras la reforma del sector aprobada el pasado mes por el Gobierno, fundamentalmente en lo que respecta al compromiso del mantenimiento del empleo.
Los paros tienen lugar cuatro meses después de que estallara el conflicto en el sector, cuando en febrero el Gobierno emprendió su reforma para adaptarlo a la normativa europea y evitar una multa de la UE. Además, se registran una vez que el pasado 18 de mayo el Ejecutivo lograra que el Congreso validara la reconversión, después del rechazo que encontró en marzo.
La huelga afecta a uno de los sectores clave de la economía, el que garantiza la carga y descarga de los barcos en los puertos, las instalaciones por las que cada año pasan el 86% de los productos que entran en el país y el 60% de los que salen, en total, mercancías valoradas en unos 350.000 millones.
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