Escarrer ha sido uno de los distinguidos en la ceremonia de entrega de acreditaciones a la nueva promoción de embajadores honorarios de la Marca España, que forman también el empresario Francisco Martínez Cosentino, el futbolista Andrés Iniesta, la bailaora Sara Baras, el físico Juan Ignacio Cirac, el Real Instituo Elcano y la Obra Social la Caixa.
El acto se ha celebrado en el auditorio del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, presidido por los Reyes Felipe y Letizia, y al que han asistido autoridades como el ministro de Educación, Cultura y Deporte, y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo.
El acto ha coincidido con los 1.000 días desde la proclamación de Felipe VI, que ha calificado su reinado como «una carrera larga» que se encuentra en «los inicios», asegurando que le «queda por delante mucho tiempo». El monarca ha reconocido, además, que no había reparado en la efeméride, y ha prometido «continuar con el esfuerzo que merece el Estado y todos los españoles».
Antes de las palabras del rey, el alto comisionado del Gobierno para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, había aprovechado su turno en el atril para felicitar a Felipe VI por cumplirse 1.000 días desde su coronación, el 19 de junio de 2014, tras la abdicación de su padre el Rey Juan Carlos.
«Gracias Carlos por ese recordatorio y por tus palabras generosas, no había reparado en el hecho de que había pasado 1.000 días, pero como piloto uno valora mucho las horas de vuelo, y estamos en los inicios», ha dicho el jefe del Estado subrayando su «compromiso de larga duración» y prometiendo «seguir aprendiendo todos los días» de su reinado.
«Aprendiendo, porque aunque uno esté en la cúspide del Estado, hay que tener los pies en la tierra, y hay que seguir aprendiendo con humildad», ha añadido el monarca, señalando como referentes a los nuevos embajadores de la Marca España.
Para todos ellos, Felipe VI ha dedicado palabras de reconocimiento. De forma especial al Real Instituto Elcano. «Al que he estado vinculado desde los inicios», ha admitido el rey. También para Juan Ignacio Cirac, del que ha destacado su «amor por el estudio, la investigación y la constancia», y por el jugador del Fútbol Club Barcelona Andrés Iniesta, cuyo gol en la final del Mundial de Suráfrica que proclamó campeona a la selección española «marcará a todas las generaciones que lo contemplaron», según el monarca.
Esta séptima promoción de embajadores honorarios de la Marca España es «un espejo en el que mirarnos e inspirarnos», según el empresario José Luis Bonet, presidente de la Asociación de Marcas Renombradas Españolas, que ha sido el encargado de abrir la ceremonia.
«Se trata de personalidades e instituciones que han desarrollado su actividad con dedicación y éxito internacional, su prestigio más allá de nuestras fronteras y su carácter global son un activo que aporta un gran valor a nuestro país, actores que fortalecen el prestigio de nuestro país», ha argumentado después Antonio Abril, presidente del jurado, sobre los nuevos embajadores de la Marca España.
NUEVOS EMBAJADORES
El futbolista ha sido el único nuevo embajador que no ha asistido a la ceremonia celebrada en Madrid, y ha pedido disculpas por su ausencia con un vídeo que ha sido proyectado en el auditorio del Reina Sofía. Su padre, José Antonio Iniesta, ha recogido por él una acreditación que para el jugador del Barça «es un placer» y «una responsabilidad» que se ha comprometido a asumir mediante sus valores y los del deporte.
El Rey también ha dedicado un guiño especial a la bailaora gaditana Sara Baras, que en la ceremonia ha sido la voz de todos los nuevos embajadores de la Marca España con un discurso emotivo que ha provocado un largo aplauso del auditorio. «Me siento orgullosa, y ahora bailaré con más corazón y con empeño para defender y presumir de nuestra bendita tierra», ha proclamado Baras.
La bailaora ha hecho un alegato del valor de la cultura española durante su discurso, donde ha citado nombres como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Pedro Almódovar o su «querido» Antonio Banderas, y en el que ha reivindicado el flamenco como «una de nuestras manifestaciones culturales más universales, una seña de identidad como pocas y el arte más bonito del mundo», en sus propias palabras, que han aplaudido los reyes desde la platea.
«Como país tenemos cosas que mejorar, pero también para estar orgullosos. He tenido la suerte de recorrer el mundo y llevar un pedacito de España por muchos países, de conocer culturas maravillosas, y hoy soy el resultado de esas experiencias, pero no somos menos que nadie. España es un país maravilloso, reconocido y querido en el mundo, y nuestra cultura es admirada», ha defendido Baras.
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