Es lo que afirma Aznar en un texto publicado en su página web después de «dejar pasar unos días a la espera de que alguien diera las explicaciones oportunas por la manipulación pública de datos fiscales» relativos a su actividad, algo que no ha «sucedido», y ante «la desinformación, injurias y falsedades que, una vez más, se vierten» contra él.
Según publicó Okdiario, la Agencia Tributaria impuso a Aznar una multa de 70.403,96 euros y le obligó a abonar una liquidación complementaria de 199.052,19 euros por diversas irregularidades fiscales cometidas en los ejercicios 2011 y 2012.
«He decidido que mis abogados interpongan una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por revelación de datos tributarios, haciendo valer el derecho de confidencialidad que asiste a todo contribuyente, sin perjuicio de adoptar cualquier otra acción legal que estime conveniente», dice el expresidente del Gobierno.
Señala que la Agencia Tributaria realizó en 2013 una comprobación fiscal sobre sus declaraciones de IRPF y sobre las del Impuesto de Sociedades presentadas por Famaztella SL -sociedad constituida junto a su esposa, Ana Botella-, referentes a los ejercicios de 2009 y 2010 y que «dicha comprobación se cerró de conformidad en 2014».
«Esas declaraciones reflejaban íntegra y fielmente toda la actividad desarrollada», señala Aznar, quien añade que, «pese a las diferencias de criterio en la forma de tributación», es «injurioso hablar de defraudación, dado que todos los ingresos y todos los gastos han sido íntegramente declarados en todos los ejercicios».
Por ello, el expresidente recalca que «carece absolutamente de veracidad cualquier afirmación destinada a arrojar sospecha alguna sobre el cumplimiento de cualquier obligación fiscal» y recuerda que los medios de comunicación ya publicaron en 2014 «que se había efectuado dicha comprobación fiscal y que se había cerrado de conformidad».
«Estamos ante una evidente tentativa más de verter graves falsedades e injurias, con intención que nada tiene que ver con la regeneración de la vida política, sino todo lo contrario, perjudicarla», declara.
En el texto, Aznar asegura que le «cuesta encontrar las palabras adecuadas para expresar el hastío» que le produce «este nuevo ataque intencionado» hacia su imagen pública.
Se refiere en ese punto a una información que publica este lunes El País que afirma que el Gobierno creó una plaza de funcionario en Panamá para el inspector jefe de policía Francisco Gabriel Maroto Almarcha, que fue responsable de su servicio de escolta.
«Hoy, además, toca Panamá. Parece que aquellos que no superan que el nombre de José María Aznar no aparezca en lista alguna pretenden aprovechar cualquier cosa para manipular datos personales confidenciales, verter injurias y, lo último, hoy mismo, relacionarlo con la creación de una plaza de funcionario en Panamá para quien fuera jefe de mi escolta. Es más que preocupante ver hasta dónde se está llegando», concluye.
6 comentarios
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Sr. Presidente.: Lo suyo tiene un nombre y todos sabemos cual es. No me coja pataletas de niño mal-criado y cumpla con sus obligaciones. Quedará mucho mejor.
Que curioso es este sistema......ellos del ciudadano de a pie lo saben todo hasta el número que calzamos pero de ellos no se puede saber nada de nada es curioso.luego se llenan sus bocazas de que todos somos iguales ante el fisco.
sin-verguenza y ladron, esto es un expresidente!!!
Sr. Aznar.: Cumpla con sus obligaciones tributarias y sus datos no saldrán a la luz publica. Tolerancia "cero" con los defraudadores. Si yo que no llego a los 20.000 €uros brutos anuales pago mis impuestos religiosamente, Vd. que gana mucho mas también puede hacerlo. ¿Cuándo se va a cambiar el código penal para que personas que defraudan estén en la cárcel?.
Al final, ya veréis, acabará consiguiendo que le "indemnicen", ¡pobrecito!. Sigue dando conferencias, pero TRIBUTA como el resto de ciudadanos decentes, y no quieras pasarte de listo.
Más hastío produce Usted y lo que denomina su "imagen pública". Ya está bien señor, ya está bien: los que sufrimos hastío e indignación, día tras día, somos los ciudadanos de a pie con trabajos precarios y la dificultad añadida de no llegar, ni de coña, a final de mes.