Dimite el secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro

Gómez Besteiro anunció hace menos de una semana que no se presentaría como candidato a las primarias de su partido a la Xunta tras ser investigado por seis presuntos delitos en la Operación Pulpo, cometidos supuestamente cuando estaba al frente de la Diputación de Lugo, y que se suman a la investigación por otros cuatro presuntos delitos en su etapa de concejal en esa ciudad.

Tras ese anuncio, dirigentes de su partido, como la andaluza Susana Díaz, cuestionaron la continuidad de Besteiro al frente de los socialistas gallegos, ya que en esa Comunidad había personas «que, más allá del código ético, asumían sus responsabilidades».

Además de dirigentes socialistas, responsables de otros partidos se habían congratulado de la renuncia de Gómez Besteiro, que se había convertido en un tema recurrente en las preguntas al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Precisamente la decisión de las seis nuevas imputaciones -citaciones para declarar como investigado, según la nueva norma- se conoció la pasada semana, al día siguiente de que Sánchez respaldase en A Coruña al líder de los socialistas gallegos.

La titular del juzgado de instrucción número uno de Lugo, Pilar de Lara, investiga al hasta ahora secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y a otras seis personas en la Operación Pulpo, para esclarecer si en la Diputación de Lugo, que el dirigente socialista presidió desde el año 2007 al 2015, se gestionaron fondos de manera irregular.

Tanto Gómez Besteiro, como los actuales responsables socialistas de la Diputación de Lugo, han achacado algunas de las actuaciones que cita la jueza De Lara en su auto al gobierno del PP del ya fallecido Francisco Cacharro, antes de 2007.

Además de en esta operación, la jueza De Lara también investiga a José Ramón Gómez Besteiro en otra causa, la Garañón, por los presuntos delitos de tráfico de influencias, prevaricación, cohecho y contra la ordenación del territorio.

La urbanización de la parcela de O Garañón, en Lugo, donde Besteiro tiene un piso, ha generado la mayor polémica urbanística que ha vivido la ciudad en los últimos años.

Fue levantada justo al lado del Parque de Rosalía de Castro, el principal pulmón verde de la ciudad amurallada, y esto fue motivo de varios procesos judiciales, distintas manifestaciones e innumerables encontronazos políticos entre los distintos partidos.